lunes, 30 de julio de 2007

Step in the Name of Love - Capitulo 8

Por: Isabel

Capitulo 8

El día había estado mas pesado de lo que pensaba, no había descansado un solo momento desde el momento de llegar a la oficina y para terminar de acabarla no dejaba de pensar una y otra vez en el que decirle a Isabela una vez teniéndola frente a frente, las palabras que Pierre le había dicho aquella noche no ayudaban mucho.

“¿Y que se supone que le diga una vez en la puerta Pierre?”

“Algo así como: ¡Aquí estoy mi amor!. Sinceramente no se Mark, creo que ya eh pensado mucho en el asunto, eso te lo dejo a ti”

“Si tan solo no fuera tan difícil”

“¿Qué cosa?” pregunto Kian entrando a su oficina y sentándose frente a él “¿Qué harás esta noche?”

“Iré a ver a Isabela y francamente no se que decirle” Se froto la frente frustrado.

“Mark, deja de pensarlo tanto. Seguro que una vez frente a ella todo saldrá bien, solo un consejo que aprendí de mi hermana. Espera el momento oportuno para los reclamos, si se lo sueltas así nomás las cosas no terminaran bien”

“Gracias, lo tomare en cuenta”

“No hay de que... yo no se que haré esta noche, supongo que iré de juerga a alguna disco. Mis padres no están en la ciudad y no pienso irme a casa de mi hermana con su marido y sus tres chiquillos, no resistirías un segundo en su casa” después de meditarlo un segundo agrego “Demonios, necesito una novia”

-...-

“Uno, dos, tres”

Isabela contó por última vez la cantidad de velas que quedaron en la mesa. Estaba todo listo, solo faltaba que llegase Pierre para iniciar. Miro al reloj una vez más, las diez menos cuarto, inquieta se dirigió a la puerta.

“No tardara en venir” dijo por tercera vez y camino con rapidez de regreso a la cocina.

Justo cuando se sentó en la silla del lugar el timbre sonó, había llegado.

“¡Voy!”

Caminó rápido hasta la puerta y se quedo de piedra al ver a Mark en su puerta.

“Hola, ¿puedo pasar?”

Sin decir nada lo dejo pasar, nerviosa se pregunto que hacia Mark ahí en la víspera de navidad. No logró registrar nada hasta el momento de encontrarse los dos frente a frente en la sala y ella tomaba asiento, él la observaba y buscaba constantemente su mirada pero ella lo evitaba.

“Y dime, ¿qué te trae por acá?” pregunto sin mirarlo a los ojos.

“Tú, es decir... ustedes”

Por primera vez lo miro a los ojos y sintió como se le humedecían. No se sentía preparada para enfrentarlo, no ese día... no en ese momento.

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