domingo, 29 de julio de 2007

Tarde - Capitulo 7

Por: Isabel

Capitulo 7
Ideas interesantes

No sabia como es que había logrado sobrevivir a esas semanas sin gritarle a Kouga arrepentida todo lo que había sucedido, pero era verdad que el remordimiento estaba latente en su conciencia y a la vez se sentía cobarde para mencionarle lo sucedido.

No podía pararse frente a el para decirle que su mejor amigo, el cual le parecía el hombre mas intrigante y sensual del universo la había llevado hasta una pequeña habitación apenas iluminada y la había besado hasta el punto de casi tomarla. Simplemente no podía, pero aquella carga en su conciencia la estaba matando.

“Deberías decirle o simplemente ir tras InuYasha para terminar lo que iniciaron”

Lo peor de todo era que Sango no le ayudaba en lo mas mínimo con sus comentarios. Desde que le había contado lo acontecido no había dejado de decirle que dejase de actuar como una tonta y finalmente se decidiera a aceptar que se sentía total y completamente perdida por InuYasha y que Kouga solo era una buena compañía y que debía romper con ese compromiso antes de casarse y arruinar la vida de ambos.

“Por favor Sango, no ahora… estoy intentando sacar esto de mi mente. Estoy a punto de pararme frente a una iglesia y confesarme”

“Probablemente si le cuentas eso a un padre te dirá lo mismo que yo… si no lo amas no te cases con él. Estas a tiempo de salvarte, de salvarse ambos de una terrible pesadilla donde tu solo podrás pensar en InuYasha cada vez que Kouga te tome. Además, no creo que las cosas entre InuYasha y su esposa vayan muy bien considerando que te contaron que ella lo engaña”

Kagome carraspeo molesta, nunca debió contarle a Sango también ese pequeño detalle que Ayame le había contado en confianza.

“Bien, haz lo que quieras. Solo que si yo fuera tu estaría en este momento creando el discurso perfecto para deshacerme de Kouga y pensando en como ayudar a InuYasha para deshacerse de su esposa para quedármelo. Me tengo que ir, tu piensa en eso y después me cuentas tu decisión… deja de pensar en lo que los demás sienten y por primera vez piensa en ti”

Sango se fue tan rápido a como había llegado y Kagome recostó su pecho sobre el escritorio, se sentía mal por dentro ante lo sucedido. Pero no podía evitar sentir aquel ardor en su cuerpo al recordar la manera en que las manos de InuYasha la hicieron arder de deseo, sabia que si ella no se hubiese separado de él con seguridad se habría entregado sin reservas a InuYasha.

¿Cómo se sentiría hacer el amor con él?. Su cuerpo tembló ante aquellos pensamientos y carraspeando a como solía hacerlo cuando estaba nerviosa o molesta retomo su trabajo.

-…-

InuYasha miraba el ventanal como si su vida se fuera en ello. Era tan inusual verlo de esa manera, pero lo cierto era que desde aquel día en la alberca no había podido dejar de pensar en Kagome y sus besos. ¿Por qué tenia todo que ser tan difícil y complicado?.

Aun estaba decidido a hacer todo lo posible por lograr su objetivo pero días después de su decisión aun no estaba del todo seguro de cómo llegar al punto que quería ni tampoco de cómo hacerlo sin herir a Kouga en el trayecto. Cuando el sonido del comunicador con su secretaria sonó, regreso a la realidad y contesto neutral.

“¿Sucede algo Rin?”

“No sabría decirle Señor, la Señorita Akatsuka viene a traerle unos documentos por parte del Señor Tsukade“

“Hágala pasar”

Cuando InuYasha centro su mirada en los resplandecientes ojos de la secretaria de Kouga supo que tenia la forma de lograr su objetivo sin demasiadas dificultades. ¿Cómo era posible que pasase aquella chica desapercibida ante los ojos de su amigo?.

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