jueves, 24 de julio de 2008

Beber de tu Sangre ONE-SHOT

Por: Isabel
ONE-SHOT

Todo había empezado en una noche como esta… ¿Cómo describir el dolor que sentía mientras clavaba fuertemente sus colmillos en su cuello?. No hay manera de describirlo… ni siquiera podría decir que le deseaba aquel dolor a otra persona. Pero había sido su decisión en primer lugar el permitir que Zero, finalmente pudiese saciar su hambre, aun si eso significaba que fuera solo temporal. Ella lo haría, le alimentaría mientras fuera necesario y pudiese.

Afuera de escuchaban los lobos aullar y el sonido de las ramas de los árboles moviéndose estrepitosamente debido al aire que arreciaba a esas horas. Pero a ella no me importaba, solo le importaba que Zero siguiera ahí… a su lado. Cerró lo ojos intentando olvidar el dolor y el miedo que sentía en aquel momento e intentó concentrarse en algún punto frente de ella en aquel baño en el cual se encontraban. Cuando comenzaba a concentrase en aquel punto fijo, lo sintió ceder. Zero había acabado. Bajó su rostro y lo fijó en la persona delante suyo. Zero se encontraba recargado sobre la pared, con los ojos aun perdidos, la respiración agitada y la barbilla llena de sangre… su sangre.

“Zero, ¿te encuentras bien?”

Esa no era la primera vez que él se alimentaba de ella. Siempre que comenzaba a tener aquel hambre voraz ella se encargaba de darle justo lo que necesitaba y ese había sido su secreto desde entonces.

“Si, estoy bien Yuuki. Solo que, ¿Por cuánto tiempo mas esto será suficiente?”

Yuuki lo miró directamente a los ojos mientras me acercaba un poco mas a él.

“Esto es solo temporal Zero, pronto encontraremos una solución a todo esto. Es una promesa, ¿recuerdas?”

Ella pudo notar un pequeño cambio en los orbes de sus ojos, era aquel pequeño brillo que solo tenia cuando estaban solos y de pronto sintió su cuerpo estremecer.

“No me gusta hacerte esto Yuuki”

De pronto Zero la tomo con fuerza y la arrojo hacia sus brazos descansando su cabeza en el cuello de ella con la respiración aun agitada. Yuuki se tenso por un momento al sentir el aroma que el cuerpo de él despedía, era un aroma agradable a su olfato; un aroma que aun no podía identificar pero que definitivamente le era agradable. ¿Qué era todo aquello que sentía últimamente cerca de él?. La única persona que le había hecho sentir esa sensación agradable al encontrarse en sus brazos era Kaname y sabia que hacia tiempo que ella y Kaname no compartían un abrazo como ese. Tal vez el pasar tanto tiempo con Zero la confundía respecto a sus sentimientos hacia él.

“Te eh dicho que no tienes por que sentirte culpable Zero. Esta fue mi idea en primer lugar, lo hago con gusto… no te dejare jamás”

Se abrazo con fuerza a él y se permitió transmitir a Zero todo el cariño y apoyo que le profesaba. Sentía la necesidad de hacerle saber que era algo real y en especial que ella no se arrepentía para nada de darle su sangre. Cuando sintió que era sufienciente se separo de él y sonrió ampliamente. Se extraño un poco al notar que no había reacción alguna por parte de Zero ante sus acciones, generalmente, el habría respondido con una sonrisa a medias y le ayudaría a ponerse de pie y recobrar la compostura ante la pequeña perdida de sangre. Pero en esa ocasión él no hizo nada, tan solo se quedo ahí en aquella misma posición mirándole fijamente con una expresión que no lograba descifrar, era una expresión nueva para ella. Repentinamente se levanto un poco y acerco su rostro al de ella sin dejar de mirarla a los ojos.

“Yuuki, ¿qué pasaría si lo que quiero de ti es algo mas que tu sangre?”

La sorpresa no se hizo esperar y era totalmente detectable en el rostro de Yuuki y sintió que algo cambiaba en su interior al pensar en todo lo que Zero podría referir con aquellas palabras. Miles de cuestiones rondaron su mente en cuestión de segundos y sonrojada estaba dispuesta a lanzar la primera pregunta cuando de pronto sintió la mano de él rozar su cuello para de pronto tomarla con fuerza y acercar peligrosamente sus labios a los de ella.

“No preguntes nada Yuuki, solo… permíteme demostrártelo”

La mirada de Zero paso de sus ojos a sus labios y sin dudas la atrajo hacia él para besarla delicadamente. Yuuki intento resistir al principio aquel roce de labios pero conforme este se fue incrementando termino cediendo ante el mismo y cerro sus ojos dejándose llevar por el momento. Cuando sintió que Zero atentaba con profundizar el beso abrió los ojos sorprendida y él aprovecho ese pequeño momento para profundizarlo y cuando sus lenguas hicieron el primer contacto, escucho un pequeño sonido por parte de Zero que podría ser traducido como uno de satisfacción. Ella tan solo volvió a cerrar sus ojos mientras comenzaba a disfrutar de aquel beso; cuando menos se lo espero Zero se separo abruptamente de ella para dejarla agitada y sonrojada, la miro fijamente a los ojos mientras intentaba leer mas allá de lo obvio pero ella evito su mirada y se puso de pie antes de darle la espalda. Agitada y nerviosa.

“Yuuki, me gustas mucho”

Aquellas palabras retumbaron en sus oídos como un eco incesante en su cabeza e impactada se quedo parada en aquel mismo punto sin saber que decir. No fue hasta que sintió la calidez del cuerpo de Zero que reacciono.

“Zero, yo--”

“No digas nada Yuuki. Solo quédate así junto a mi”

Yuuki suspiro intentando ordenar la maraña de sensaciones que comenzaba a sentir en ese instante. Era una mezcla de miedo, vergüenza, nervios y al mismo tiempo satisfacción. Se pregunto mentalmente si Zero con sus mas desarrollados sentidos podría presentir lo que ella sentía pero prefirió alojar ese pensamiento muy lejos de su mente; de esa manera, se concentro en el momento que estaba viviendo y lentamente sin saber por que se giro y abrazo a Zero sin pensar mas. Su abrazo era calido y confortable.

“No tienes por que hacerlo, no tienes por que abrazarme cuando en tus pensamientos alojas la esperanza de encontrarte entre los brazos de Kaname”

La repentina mención de Kaname la hizo reaccionar y se separo infranqueablemente de él mientras sentía que algo dentro de ella explotaba ante la manera de decir aquellas palabras por parte de Zero.

“¿Tu que sabes?. No tienes derecho a decirme que pienso en alguien mas cuando te abrazo”

Esquivo rápidamente el siguiente intento de Zero por tocar su rostro y se giro con la intención de salir de aquel lugar lo mas rápido posible pero Zero fue mas rápido y con su brazo detuvo la puerta antes de siquiera ser abierta.

“¿Entonces que quieres que piense Yuuki?. Se que para ti durante todos estos años el único en tu mente ha sido ese maldito vampiro. No puedes negarme que te gusta”

“Eso no es de tu incumbencia Zero, suelta la puerta”

Intento una vez mas abrir la puerta sin tener éxito y entonces se giro enojada hacia Zero con la intención de reclamarle pero una vez mas no tuvo la oportunidad de decir nada por que se encontraba acorralada entre la puerta y el cuerpo de Zero.

“Zero, por favor dejar de jugar y déjame salir”

En ese momento una risa sincera se escuchó por parte de Zero y ella le miro directamente a los ojos intentando leer que estaba pensando, de pronto, Zero detuvo su risa y acerco su rostro al de ella hasta que sus narices hicieron contacto.

“Yuuki, en verdad me gustas mucho”

Sentir la respiración de Zero tan cerca de su rostro y el roce de sus rostros agito una vez más su pulso y mientras los labios de Zero bordeaban su boca cerró los ojos perdida en el momento. No fue hasta que la boca de él tomo la suya sin reservas que reacciono respecto a la situación e intento separarse de él, obteniendo como resultado un ataque mas profundo e insaciable por parte de Zero que la hizo clamar por mas. Fue ahí cuando Zero aprovecho el momento para tomarla entre sus brazos y alzarla contra la puerta quedando ella sostenida de sus caderas y apoyada en la puerta de baño.

“Dime que no sientes nada Yuuki; dime que esto no te hace estremecer cada célula de tu cuerpo… por que de todas formas no te creeré. Puedo sentir cada bombeo de tu corazón cada vez mas fuerte y veloz, tentándome a morderte y hacerte mía aquí y ahora. Dime que no sientes nada…”

Abrumada ante tales palabras Yuuki cerro los ojos y movió su cuello una vez mas dando acceso total a Zero para morderla en cualquier momento que él deseara y cuando sintió su respiración en contacto con la delicada piel de su cuello un escalofrió recorrió su espalda de arriba abajo y la hizo estremecer… esperaba ansiosa y temerosa el momento en que los colmillos de Zero harían la entrada a su carne. Sin embargo, lo único que obtuvo fue un sensual lamido en el cuello seguido de un camino de besos húmedos que fueron trazándose camino rumbo a la delgada tela de su blusa, acercándose cada vez mas a su pecho, besos que se detuvieron justo en ese lugar antes de regresar poco a poco hasta topar con su oído izquierdo, su respiración agitada y su ronca voz se hicieron oír mientras sus dedos tocaban el primer botón de su blusa.

“Si no me detienes ahora, no lograras detenerme después pequeña Yuuki”


Y de un rápido movimiento la despojo de la blusa, la cual quedo hecha jirones en el suelo; al contacto del aire con su piel emitió un pequeño quejido que no paso desapercibido para Zero. El cual comenzó a recorrer la piel de su cuello con una de sus manos mientras con la otra la sostenía fuertemente entre él y la pared. Haciendo un esfuerzo por emitir palabra alguna Yuuki se revolvió inquieta e intento separarse de Zero, el cual bajaba cada vez mas su mano su recorrido hacia el sur.

“Zero, detente”

Pero sus palabras sonaron huecas y poco convincentes mientras sentía la mano de Zero tocar su vientre y subir poco a poco hasta rozar levemente el borde de su sostén.

“¿Estas segura Yuuki?”

Cuando la mano de Zero traspaso la tela del sostén y entro en contacto directo con uno de sus pechos Yuuki no pudo mas que dejar salir un gemido de placer; las manos de Zero eran grandes y fuertes y su pecho cabía totalmente en ellas… como si estuvieran hechas a la medida.

“Si-i, detente”

Una vez mas Yuuki intento concentrarse y detener todo aquello que Zero estaba provocando en ella pero el repentino ataque de los labios de Zero no le permitieron decir nada mas. Lentamente se dejo llevar y se perdió entre aquel vaivén de sensaciones que comenzaban a burbujear desde su pecho hasta llegar a zonas que ni siquiera sabia que existieran en su cuerpo. Había perdido la batalla y lo sabia. Ahora estaba en manos de Zero Kiriyuu.

Mientras la intensidad del beso crecía por parte de Zero, Yuuki poco a poco comenzó a responder y fue entonces cuando Zero la tomo con fuerza y la recostó suavemente sobre el suelo del baño. El contacto casi directo de sus cuerpos genero una explosión de sensaciones que llevaron a Yuuki a buscar la calidez del cuerpo de Zero entrando por debajo de su camisa sin reparos, lo cual causo la risa inmediata del mismo entre beso y beso; poco después la camisa de Zero desapareció por completo y Yuuki pudo contemplar aquel pecho que había visto en repetidas ocasiones y el cual jamás había puesto real atención. Su pecho estaba lleno de músculos y era suave al tacto; toco cada palmo del mismo sin interesarse en nada mas que descubrir el cuerpo masculino que tenia enfrente y cuando llego a la pretina de su pantalon devolvió su mano al inicio intentando refrenar sus emociones.

“No tengas miedo Yuuki. Te prometo que no pasara nada que tu no quieras que pase”

Una vez mas Yuuki observo como los orbes en los ojos de Zero cambiaban de color y se obscurecían al momento en que su boca comenzaba a bajar lentamente desde su cuello hasta su pecho y al sentir su boca en contacto con uno de sus pechos no pudo reprimir un sollozo de placer. Su lengua era calida y el contacto de sus colmillos con sus pezones causaban pequeños impulsos irrefrenables en su cuerpo, se revolvió ansiosa mientras lo sentía dejar por un momento uno de sus pechos para dirigirse al otro y entonces sintió algo tocar con fuerza su parte mas intima, lo cual la lleno de curiosidad hasta el punto de moverse una vez mas con la intención de sentirlo nuevamente en contacto directo, era una sensación nueva y excitante.

“No hagas eso o te arrepentirás Yuuki”

Una risa escapo de sus labios al encontrar una manera de hacer desesperar a Zero y sin reparos se movió una tercera vez con movimientos mas lentos y fuertes; y Zero se separo de ella abruptamente mientras la dejaba ahí recostada en el suelo con la respiración cortada. ¿Qué había sido eso?.

“¿Zero?, ¿te encuentras bien?”

No hubo respuesta de su parte, se encontraba sentado recargado contra la puerta del baño mientras su respiración se entrecortaba y su mirada parecía distante. ¿Acaso era aquello a lo que llamaban la transformación de un ex humano a un vampiro clase E?.

“Zero, mírame… soy yo Yuuki. Estoy aquí”

Temerosa, se acerco a él y tomo su barbilla en espera de una respuesta.

“Yuuki, vete… vete por favor antes de que esto sea imparable”

Yuuki negó con la cabeza y se abrazo con fuerza a él no importándole la situación peligrosa en la cual se encontraba si de un momento a otro él se transformaba en aquello que había estado evitando al darle de su sangre.

“Si lo que necesitas es morderme, hazlo mi cuello siempre estará listo para ti”

“¿Estas segura de lo que dices?, ¿Estas segura de que nunca has deseado que Kaname beba tu sangre”

La pregunta la golpeo con fuerza. ¿Alguna vez había deseado eso?. Por supuesto que no, la mayor parte de su vida a lado de Kaname y su padre adoptivo se había debatido entre el miedo que le causaba saber que era un vampiro y el gusto irrefrenable que siempre había tenido por él. Pero lo que sentía por Zero era diferente… justo hasta ese momento descubría la diferencia entre su sentir por Zero y Kaname.

“Nunca eh deseado que nadie mas beba de mi sangre Zero, solo tu... eres el único que puede hacerlo”

Cerró los ojos con fuerza esperando ser mordida por Zero. Pero ese momento jamás llego; repentinamente se encontró una vez mas debajo del cuerpo de Zero, quien sonreía afable y se sintió una vez mas acorralada.

“¿Qué piensas hacer?”

“Nada que tu no desees Yuuki”

Antes de perder contacto con su mirada lo miro sonreír una vez mas y sus labios la atacaron sin tapujos. Mientras intentaba quitarse de encima a aquel hombre que había jugado con sus sentimientos instantes atrás; las manos de él hacían su recorrido rumbo a sus partes mas intimas mientras la despojaba de su falda y ropa interior. Repentinamente se sintió vulnerable al estar en aquella posición y se revolvió inquieta.

Su mano rozando su monte de Venus.

“Detente Zero”

Dos dedos acercándose cada vez mas a su cavidad.

“Te digo que te detengas”

Un dedo en contacto directo con su clítoris.

“De-ten-te”

“¿Realmente deseas que lo haga?”

Yuuki se quedo sin aliento al sentirlo jugar una vez mas con su clítoris y comenzó a ver borroso mientras pequeños quejidos salían de su boca.

“De-te-te--”

Articular palabras se volvía difícil y pensar no era precisamente lo que su cuerpo comandaba hacer en esos momentos. Cuando Zero se detuvo sintió su cuerpo tensarse ante la perdida del contacto de sus dedos y se quejo instintivamente. Observo a Zero mirarla con deseo mientras se relamía los dedos de los cuales escurrían sus néctares.

“Dime que no te gustó y me detendré”

Silencio.

Cuando sus labios la atacaron de nuevo y sintió su lengua entrar a jugar con la suya lentamente se permitió recorrer una vez mas el camino rumbo a la pretina del pantalón de Zero hasta desabotonar el mismo y dejarlo sin pantalón; entonces sintió una vez mas aquel miembro tocando levemente su centro con solo el bóxer de él como divisor y algo dentro de ella se estremeció de placer mientras acercaba sus caderas hacia él.

“No juegues con fuego que te puedes quemar Yuuki. Bien podría detenerme ahora mismo si lo pidieras”

Como poseída por el cúmulo de sensaciones se abrazo a él y acerco su boca a su oído para entre jadeos responder.

“Pero mientras mas se juega con el fuego, uno aprende a no quemarse”

Eso era todo. A partir de ese momento no había vuelta de hoja para lo inevitable. Con los orbes encendidos Zero se despojo de la ultima prenda que lo separaba de ella y la tomo con fuerza mientras se acercaba a ella hasta el punto de que sus pechos se encontraban en contacto y separando suavemente sus piernas se introdujo en ella con fiereza y determinación. Yuuki, emitió un quejido al momento de sentir su profusa intrusión y lo tomo de los hombros antes de que el comenzara a moverse deteniéndolo así en el acto.

“Espera un momento, no así”

Yuuki busco su mirada y cuando la encontró lo único que pudo leer fue lo mismo que veía cada vez que Zero bebía de su sangre… el demonio comenzando a dominar al humano y lo beso con fuerza intentando refrenar los impulsos del mismo cosa que funciono durante leves segundos antes de que Zero perdiera por completo la cordura y comenzara a moverse cada vez mas rápido y fuerte… frenéticamente, lo cual inicialmente había causado las primeras lagrimas y sollozos por parte de Yuuki pero que paulatinamente se volvieron gemidos llenos de satisfacción cada vez que sentía a Zero moverse dentro de ella.

“Zero, si necesitas beber mas ahora mismo hazlo”

Aquella oración había salido de su boca por si sola y jadeo al momento de sentir los colmillos de Zero adentrarse en su delicado cuello por segunda vez en una misma noche; con la diferencia de que en esa ocasión no sentía miedo ni nervios. El hecho de que Zero la mordiese mientras la penetraba incesantemente le gustaba y lo disfrutaba. De esa manera olvidaba el dolor y tan solo se concentraba en lo que aquel hombre le hacia sentir.

Cuando Zero separo sus colmillos de ella y su color habitual de ojos regreso a él, lo abrazo con fuerza y beso su sien sabiendo que todo estaría bien. Así mismo, las embestidas se volvieron cada vez mas suaves y dulces mientras que los besos de Zero comenzaron a recorrer cada parte libre en ese instante.

“Lo siento Yuuki, no pude detenerme”

El remordimiento en la voz de Zero era notable y Yuuki sonrió sintiéndose apenada de haberlo disfrutado tanto. Tomo el rostro de Zero entre sus manos y empujo sus caderas con la intención de intensificar las embestidas.

“Calla y bésame”

Zero no dijo mas y se dedico a tocarla y besarla delicadamente mientras sus embestidas continuaban quitándole el aliento hasta que finalmente ambos acabaron explotando de manera simultanea y sus cuerpos colapsaban relajados mientras la adrenalina del momento comenzaba a ceder. Zero se acomodo a un lado de Yuuki y le abrazo con un brazo mientras sus respiraciones comenzaban a ser mas tranquilas.

“Eso ha sido increíble Zero”

Se escucho una sonora carcajada salir de Zero y Yuuki lo miro confundida.

“Te dije que si no me detenías, no podría parar”

Yuuki lo observo con los ojos muy abiertos antes de responder con una sonrisa y poco después se acurruco entre sus brazos sintiendo una vez mas aquel extraño aroma que Zero despedía; sin darse cuenta se fue quedando dormida.

Al percatarse de que Yuuki estaba dormida, Zero la tomo entre sus brazos y la llevo hasta su habitación para vestirla y velar su sueño. Yuuki despertó a la siguiente mañana con los rayos de sol para encontrarse cara a cara con Zero sin poder evitar rememorar lo sucedido la noche anterior y susurro delicadamente al oído de Zero antes de ponerse de pie.

“Solo tu y nadie mas”

Yuuki no se percato, pero una sonrisa a medias se dibujo en los labios de Zero poco después de escuchar aquellas palabras mientras fingía aun dormir.

FIN

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Beber de tu Sangre

“Beber de tu Sangre”

Por: Isabel
Disclaimer:
Vampire Knight y todos sus personajes pertenecen a Matsuri Hino
Clasificación:
M
Sumario:
Yuuki ofrecía una vez mas su sangre a Zero con la intención de ayudarle a saciar su hambre, ¿Qué sucedería si lo que quiere Zero es algo mas que la sangre de Yuuki?.

Capitulos:

Tarde - Capitulo 9

Por: Isabel
Capitulo 9
Miedo al Nuevo Sentir

Kikyo abrió los ojos y reconoció el lugar en el que se encontraba: una habitación de hotel a las afueras de la ciudad. ¿Cuándo había comenzado todo esto?. Realmente no lo sabia pero lo que si sabia era que el cuerpo a su lado no era el de su esposo, era el de la persona que desde hacia mucho se encontraba junto a ella en esos momentos de soledad y necesidad. Se encontraba la persona que la escuchaba y hacia reír cuando la tristeza empañaba sus ojos… junto a ella se encontraba su chofer, la persona con la cual jamás podría estar.

“¿Te encuentras bien Kikyo?”

“Si Naraku, estoy bien”

“¿Esta segura?, te noto un poco preocupada”

“Es solo que ya es tarde. Deberíamos volver a casa antes de que InuYasha llegue”

“¿Es estrictamente necesario que regresemos a ese lugar?... sabes que te amo Kikyo, solo déjalo. Te prometo que te haré feliz”

“No puedo dejarlo Naraku, ya te lo eh dicho”

“¿Por qué no puedes?. Es un infeliz. Jamás esta contigo, te menosprecia, te hace llorar… sabes que no eres feliz con él. ¿Por qué te empeñas en continuar con él?, tu sabes que él mismo te ha pedido el divorcio”

“Sabes que no me gusta hablar respecto a ese tema. Tengo mis propios motivos para no dejar a InuYasha aun si no me hace feliz. Lo siento Naraku”

Y sin decir mas Kikyo se puso de pie y tomo todas sus ropas para arreglarse con rapidez.

-...-

InuYasha observo a su amigo con detenimiento y se percato de que algo extraño estaba sucediendo con él. ¿Podría ser posible que su plan estuviese dando resultados?. No, no podía ser así; lo conocía demasiado bien, su amigo jamás engañaría a Kagome… ¿o tal vez si?.

“¿Sucede algo?”

InuYasha salio de sus pensamientos un momento y sonrió amablemente a Kouga.

“Nada es solo que te noto un tanto inquieto, ¿sucede algo con Kagome?”

“No… si, es decir… no se”

“¿Cómo que no sabes?, ¿ha pasado algo?”

“Veras… yo… nada olvídalo. Estoy bien”

“Esta bien Kouga pero recuerda que si necesitas alguien que te escuche. Aquí estoy”

“Si, gracias InuYasha. Hablando de otra cosa, ¿cómo siguen las cosas con Kikyo? ¿ya ha accedido al divorcio? ”

“No lo hará tan fácilmente Kouga. Eh insistido mucho y no se que tiene esa mujer que no quiere deshacerse de mi. No te voy a mentir al decirte que solo le tengo mucho cariño y que no la amo. Fue un verdadero error casarme con ella sin realmente amarla y estar seguro de lo que sentía por ella por eso te aconsejo que antes de casarte con Kagome ambos estén realmente seguros de lo que sienten el uno por el otro si no la relación estará destinada al fracaso”

“Gracias, pero creo que ese no será nuestro caso”

Pero por dentro Kouga sintió una leve punzada de remordimiento al decir esas palabras. Por que lo cierto era que comenzaba a dudar de todo lo que sentía por Kagome y todo era gracias a su asistente personal. Aun podía recordar ese último encuentro entre ambos que le hizo seguir dudando de si mismo.

“Sr. Tsukade, ¿me ha llamado?”

Aquel día en particular Kouga estaba muy inquieto y deseaba indagar un poco respecto a Ayame para saber si lo que le estaba sucediendo era meramente cosa temporal y causada por la falta de sexo que había estado teniendo en las ultimas semanas con Kagome.

“Ayame, llámame por mi nombre hay algo que me gustaría preguntarte y no será de jefe a subordinado sino como dos personas normales”

“Pero Sr. Tsukade, no es correcto que--”

“Solo llámame Kouga en esta ocasión”

“Si, K-Kouga, ¿qué es lo que deseabas preguntarme?”

“Veras Ayame, llevas muchos años a mi servicio y realmente nunca me eh preocupado por ti en otro sentido que no fuese la realización de todo lo que te pedía. Pero en esta ocasión me gustaría saber que es lo que haces cuando tienes tiempo libre”

“¿Tiempo libre?, sabes que yo vivo para mi trabajo… es raro que tenga ratos libres pero cuando los tengo suelo frecuentar las plazas comerciales cercanas a mi domicilio y me gusta mucho ir a las librerías en busca de algún libro interesante que pueda leer e ir al cine”

Después de escuchar ese relato de Ayame, Kouga se percato de que realmente esta chica no tenia a alguien especial en su vida. ¿Por qué?. Si bien tenía razón InuYasha era realmente hermosa.

“¿No hay nadie importante en tu vida Ayame?”

“¿Importante?, ¿importante como que?”

“Tu sabes… un novio o quizás un esposo”

La mención de esa sentencia causo que Ayame repentinamente se sonrojara y despegara la mirada de Kouga y entonces él se aventuro a hacer una pregunta mas antes de liberar a su asistente.

“¿Vives sola Ayame?”

“Si Kouga, vivo sola por que existe alguien muy importante en mi vida pero simplemente no puede haber algo entre nosotros por que esa persona no me ve como quisiera que me vea y se que no puedo hacer nada para cambiarlo”

Y después de un breve silencio Ayame agrego.

“Bueno… creo que me eh extendido mucho, ¿verdad?”

“No te preocupes Ayame, ya te puedes ir”

“Si Kouga… quiero decir. Sr. Tsukade”

A partir de ese momento. Kouga supo que jamás volvería a verla de la misma manera. Ayame era una mujer. Una mujer de carne y hueso.

-…-

“Ya le has dicho a Kouga?”

“¿Le eh dicho que Sango?”

Kagome y Sango estaban tomando su almuerzo en el lugar de siempre mientras charlaban sobre cosas sin importancia. Hasta que tomaron el tema de InuYasha.

“Decirle que te has acostado con InuYasha y que no lo amas entonces no te puedes casar con él”

“No haré eso Sango, estas mal. Si me acosté con InuYasha pero eso no significa que no quiera a Kouga”

“¿Estas segura?, dime: ¿como te sientes últimamente cuando estas a su alrededor?”

“¿Para que quieres saber eso?”

“¿Te dan repentinas ganas de comértelo a besos?”

“Sango detén esta tontería”

“No, ¿verdad?. Apuesto a que tienen mas de una semana sin sexo”

“¡El sexo no lo es todo en una relación de pareja!”

“Justo en el clavo. Kag, soy tu mejor amiga y te lo digo en serio… detén esta farsa antes de que sea demasiado tarde y apúrate a comer que es hora de volver al trabajo”

Y en ese mismo instante mientras Kagome observaba a Sango tomar sus cosas y salir precipitadamente del restaurante lo supo. Su amiga tenia razón y debía de hacer algo… ¿pero que?. Mientras terminaba de degustar su platillo, su teléfono celular sonó y contesto la llamada.

“Bueno, ¿con quien hablo?”

“Kagome, soy yo. InuYasha”

“¿InuYasha?, ¿cómo has conseguido mi numero?”

“Tengo mis contactos. Kagome, necesito verte con urgencia, ¿qué harás esta noche?”

Kagome se puso de pie y comenzó a hacerse camino hacia su edificio mientras hablaba con InuYasha.

“Cómo que: ¿qué haré esta noche?. Ir a casa por supuesto”

“¿Habrá algún problema si le dices a Kouga que tienes una importante reunión de trabajo y que llegaras mas tarde de lo normal?”

“No puedo hacer eso, Kouga seguramente se enfadara. Lo siento InuYasha”

“Por favor Kagome, realmente necesito hablar contigo”

Después de pensarlo un segundo mas, recapacito. Ella también necesitaba hablar con él, tal vez de esa manera podría resolver lo que estaba sucediendo con ella y se mordió el labio nerviosa antes de contestar.

“Esta bien, ¿dónde te veo?”

“¿Tienes auto?”

“No, siempre me traslado en taxi”

“Bien, entonces te veo en tu trabajo. Yo paso por ti”

Y poco después, escucho el tono de llamada perdida… ¿qué sucedería a partir de ahora?. No lo sabía pero tenía el presentimiento de que nada bueno saldría de todo esto.

-…-

“Naraku, quiero que hagas algo por mi”

Naraku observo detenidamente a Kikyo y se pregunto que era aquello que necesitaba ella de manera tan repentina.

“Dime que sucedió”

“No sucedió nada, solo necesito que hagas algo”

La actitud de ella lo consternaba un tanto pero sabia que cuando ella se encontraba molesta o de mal humor era mejor no continuar fastidiándola. Seguramente le diría después que sucedía.

“Esta bien, ¿qué necesitas que haga?”

“Necesito que sigas muy de cerca los pasos de InuYasha esta noche”

“¿Por qué?, ¿sospechas algo?”

Una llama de esperanza se prendió en el corazón de Naraku al sospechar que tal vez InuYasha engañaba a Kikyo y entonces ella finalmente se separaría de él.

“Creo que tiene una amante y lo voy a descubrir Naraku. Entonces… me las pagara”

Al escuchar eso, no pensó si quiera y tomo sus cosas apresurado por salir a cumplir lo que Kikyo quería.

“Esta bien, lo haré”

“Gracias, no sabes cuanto te lo agradezco”

Y entones Naraku sonrió complacido de esas palabras por parte de ella. La haría feliz, forjaría todo lo posible por verla feliz aun si eso significaba plantar pruebas falsas en su esposo con tal de que estos se separaran y finalmente el pudiese darle a ella la vida que tanto deseaba darle. Lo que no sabia era que las sospechas de Kikyo estaban infundadas en base a lo que recibía de su esposo y sentía un profundo enojo al pensar que su esposo realmente tuviera un amorío ya que pesar de que siempre fue frió y desinteresado con ella esta ocasión sentía que realmente había alguien mas ocupando los pensamientos de su marido y ella se encargaría de descubrirlo. Y cuando supiera quien era esa entrometida la destrozaría sin piedad.

Por que nadie le arrebataba a Kikyo Sassa aquello por lo que había luchado tanto.

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Secreto - Capitulo 4

Por: Isabel
Capitulo 4

La adrenalina que fluía por mis venas era mas de la que jamás había sentido y la emoción se sumaba a esta haciéndome sentir como una niña a punto de subir a la montaña rusa mas grande que jamás hubiese visto en su vida. Tal vez si hubiese pensado un poco mas las cosas en casa antes de encontrarme frente a esa puerta, las cosas habrían sido diferentes y yo me estaría arrepintiendo de no haber asistido. Sin embargo ahí estaba yo, en la puerta de aquel aula en la cual Bankotsu y yo “teníamos” clases... y me sentía nerviosa, nerviosa a como no lo había estado en meses. Toque dos veces a la puerta y una vez que entre pude sentir como mis ojos eran tapados por una suave tela.

“Ban, ¿qué significa esto?” dije perdiendo un poco la emoción y mostrándome un tanto miedosa.

“No tengas miedo que no muerdo” dijo mientras me tomaba de la mano y me guiaba hasta algún mueble.

“Siéntate por favor” dijo al momento que me ayudaba “Ahora” dijo mientras me quitaba la venda y yo sentía que mi corazón se aceleraba considerablemente ¿acaso él había preparado eso para ambos?, no lograba comprenderlo... debía estar loco, le había dejado muy en claro que solo habría una relación alumna-maestro.

“Ban, esto...” No sabia si decirle que no podía, que no era lo correcto. Pero lo correcto para mis impulsos no parecía ser el hecho de que fuera mi maestro.

Lo correcto parecía ser agradecer el detalle, detalle que aunque no lo admitiera en primera instancia, lo había estado deseando internamente, no había ido ese día por la clase... no. Había ido por verle a él, por que sucediera algo, ya no lo podía negar.

“Gracias” dije después de una larga reflexión. El se sentó frente a mí

“Me da gusto que haya sido de tu agrado”

Bankotsu me indico que podía comenzar a comer y yo sin decir nada lo hice. Aquella comida estaba exquisita y el vino con el cual había decidido acompañarlo todo creaba una sensación extraordinaria al ser combinado con aquellos manjares. ¿Por qué hacia todo esto?... simplemente no lo entendía.

“Esta delicioso Ban, ¿lo haz hecho tu?”

Escuche salir una carcajada de su boca y tuve una sensación de burbujeo en la boca del estomago… me encantaba escuchar esa risa.

“No, Jackie me ayudo. ¿Cocina delicioso verdad?”

Yo sonreí sin saber que mas decir y continué comiendo. Cuando estaba por acabar note que Bankotsu me observaba fijamente y levante mi rostro para mirarle nerviosa.

“¿Sucede algo?”

Negando con la cabeza continuo comiendo y yo volví a lo mió. Sin más, me interne en mis propios pensamientos y olvide todo a mí alrededor. Bankotsu había hecho con algún propósito y realmente deseaba saberlo, sin embargo, al mismo tiempo había algo que me hacia sentir incomoda respecto a toda esta situación. Cuando termine de comer espere a que el terminase para ponerme de pie y tomar mis cosas sin deseos de pasar mas tiempo en aquella habitación con Bankotsu.

Esperaba que él dijese algo o me siguiera pero no lo hizo. Tome el picaporte y gire la perilla con seguridad… debía hacerlo, tenia que salir de allí. Pero algo me detuvo de hacerlo.

“No puedes hacerlo, ¿verdad?”

Lo voz de Bankotsu resonó en la habitación y me hizo girarme hacia él. Estaba de pie a unos metros de mi mientras me miraba sereno.

“No puedes hacerlo por que sabes que si sales en este instante por aquella puerta probablemente sea la ultima vez que me veas tan íntimamente, lo sabes y no quieres perder eso Kagome. Deja de negarlo… permite que esto deje de ser un secreto, aleja los fantasmas que te acosan por las noches y permite que yo sea quien te devuelva la calma. Permíteme darte lo que quiero”

Sentí que las primeras lágrimas acosaban con salir de mis ojos y apreté los labios con fuerza intentando contenerlas. Las siguientes palabras salieron de mi boca casi como un grito desesperado.

“¿Y que me quieres dar?, ¿Una buena sesión de sexo y calor corporal para después olvidarte de mi?. No Bankotsu… yo no busco nada de eso. Yo busco algo real”

No supe en que momento Bankotsu había caminado hacia mi y se había acercado lo suficiente como para poder observar cada detalle en él. Su rostro sereno, sus ojos penetrantes y fulminantes que me invitaban a perderme en ellos, sus brazos fuertes y formados que me tomaban lentamente entre ellos y me acercaban a su pecho hasta mantener un contacto con el mismo y por ultimo sus delicados labios besando dulcemente mi cabello antes de hablar.

“Amor… y un poco mas”

Entonces una sonrisa se dibujo en mi rostro, seguida de una risa al pensar en lo que significaba aquel ‘y un poco mas’. Sin decir nada y sabiendo que tal vez era una estupidez seguir dándole largas a este asunto lo atraje mas a mi y alce mi rostro para desesperadamente tomar su boca entre la mía. Sentir sus labios en contacto con los míos era como una explosión subatómica dentro de mi que no tenia fin y cuando nuestras lenguas comenzaron a jugar entre ellas sentí que no podría detenerme… cuando la respiración se comenzaba a agotar y no tuvimos mas remedio que separarnos para tomar aire me deje embriagar de sus brazos y el calor que su cuerpo me proporcionaba. Esa fue la primera vez en que sentí que algo le daba sentido a todo.

“Esto es real, mi cariño por ti es real. No podemos permitirnos perder mas tiempo”

No tuve que decir nada por que el beso que después le di decía más que mil palabras. Era un beso cargado de toda clase de sentimientos: amor, ternura, pasión… sobre todo lo ultimo. Y sin pensarlo mas nos perdimos el uno en el otro mientras sonreíamos felices. Tal vez ese era el final de todo un secreto guardado por un tiempo, pero al mismo tiempo prometía ser el inicio de algo espectacular.

FIN

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Secreto - Capitulo 3

Por: Isabel
Capitulo 3

Al siguiente día llegue mas temprano de lo normal ya que no había dormido en toda la noche pensando en Bankotsu, esto de pensar en él y sus susurros aunados a estos aquella noche comenzaban a volverse obsesivos, simplemente no podía sacarme de la cabeza cada imagen de él, pero el hecho de no poderlo sacar de mi cabeza no significaba que me atrevería a algo mas. Simplemente no podía, yo misma había trazado las reglas y ahora tenia que seguirlas.

Cuando comenzaron a llegar todas las demás me encargue a mi misma de distraerme charlando para perder el tiempo y no pensar en aquello que si seguía de esa manera afectaría a mi salud justo cuando estaba por iniciar la clase Bankotsu entro, tan bello como siempre y espere su típica actitud distante conmigo, pero a diferencia de todo ese tiempo, en esta ocasión se había acercado a mi con rapidez, dándome un papel el cual guarde con rapidez en mi mochila mientras este llamaba la atención de todas ya que la clase tenia que iniciar.

Una vez en casa tome de mi bolsa aquel papel y lo leí antes de ir a tomar una ducha, me decía que las clases serian todos los viernes a las seis de la tarde en un edificio del centro de la ciudad, recordaba haber pasado en una ocasión o dos por ahí y haber visto algún letrero de clases de algún tipo, pero nunca antes le había puesto mucha atención, de ahora en adelante, mis clases extras serian ahí. No me quedaba mas que esperar a que fuera viernes, para asistir a mi primera clase, sin muchas esperanzas de pensar en el que mis clases pudiesen ser agradables dada la situación, es decir, que realmente sabia todo lo que Bankotsu suponía no sabia.

Las clases habían sido tan pesadas el resto de la semana, no solo para mi si no para el resto de las chicas que para cuando fue jueves y la clase termino pude oír como muchas daban gracias a Dios de tener todo un fin de semana para descansar, entre esas Sango.

“Ay no te imaginas el alivio Kag, las clases esta semana han estado pesadísimas, creo que Ban comienza a subir el ritmo”

Recordé sus palabras, necesitaba avanzar pero sin que yo "avanzase" no podría hacerlo.

“Si, tienes razón” dije limpiándome con mi toalla el rostro sudado

“Menos mal que mañana es viernes… ey, ¿te gustaría acompañarme a ir de compras?. Miroku tiene esta fiesta de negocios muy importante y lo voy a acompañar, necesito tu sincera opinión y sabes que no haya nada como una BUENA opinión antes de llevar algo a una fiesta”

Estaba por decirle que si cuando recordé mis clases con la amiga de Bankotsu, ahora también mis viernes se verían ocupados.

“No puedo Sango” respondí simplemente a la vez que tomaba un sorbo de mi botella de agua y salíamos rumbo al estacionamiento.

“¿Por que no?, es viernes, en la tarde, no yoga por las mañanas, no nada, además, necesito tu ayuda” dijo ella mirándome con aquella mirada examinadora.

“A menos...” agrego mientras se soltaba el cabello y comenzaba a rehacer su cola.

“A menos que... ¿que?” dije intentando no darle importancia al asunto.

“A menos que haya algo que o no me hayas contado o no me quieras contar” Agrego acusadoramente.

“No Sango, no lo hay, tu sabes que me encantaría acompañarte, pero tengo este compromiso que me hice hace meses con una amiga y tengo que cumplirle, lo siento” dije sonando mas convincente de lo que deseaba sonar.

Si no le decía el motivo principal era por el miedo al bombardeo de preguntas que seguramente haría, las cuales obviamente no deseaba contestar. Me miro un poco convencida, mas no del todo.

“Esta bien, será para la próxima” Y después de un largo silencio no despedimos antes de ir a nuestros autos.

Aquella tarde mientras subía los escalones para llegar al cuarto piso de aquel edificio verde con grandes puertas y olor a antiguo, me preguntaba como seria la amiga de Bankotsu, no me había dado su nombre y menos una descripción de ella, tal vez esperaba que lo descubriera en la primera clase, aunque no le encontraba mucho chiste a eso, aun así no le tome mucha importancia.

Una vez frente al umbral de aquella puerta que parecía ser de roble repase una vez mas lo que estuve ensayando todo el día "Hola, soy Kagome, la alumna de Bankotsu" no, no era así, pero ya no importaba, no era necesario improvisar nada.

Toque dos veces a la puerta y nadie abrió. Cuando estaba por tocar una tercera vez, la puerta se abrió, dejándome ver el interior, era un departamento de una sola habitación con baño, acondicionada 100% para el ballet, no había dudas de que su amiga a eso se dedicaba, las paredes llenas con grandes espejos y aquellas barras típicas en el ballet y en conjunto a aquello, grandes ventanas por las cuales se colaba la poca luz que había y eso solo era la primera vista, entre cautelosamente, checando quien había abierto y justo cuando vi quien, mi corazón se acelero como si hubiese corrido un kilómetro en persecución de alguien mas. Era Bankotsu.

“Llegas a tiempo” dijo al momento que cerraba la puerta mientras yo lo miraba con recelo, una mirada que se podría haber leído a millas.

“Ya se que no esperabas verme, pero sucedió un pequeño incidente el cual no logre comunicarte ayer, ya que te fuiste tan rápido al terminar la clase”

No dije nada, solo oía atentamente a lo que el tenia que decir.

“A Jackie le hubiese encantado darte las clases tal y a como habíamos acordado, pero una sobrina de ella va a cumplir sus XV años y justo anteayer su hermano le ah pedido que por favor sea ella quien le ayude con el vals, como su sobrina no tenia otro día libre mas que los viernes, Jackie me ah dicho que no podría darte las clases y me ah facilitado el lugar donde da sus clases para que yo te las de en lugar de ella, espero no importe, ahora que si tienes algún problema podemos posponer las clases hasta que--”

No, la idea de que el me las diese tenia mas importancia para mi de lo que él pudiese imaginar así que no lo deje terminar.

“No, así esta bien... no creo que sea un problema, a menos que creas que no puedes avanzar conmigo” Dije mientras me adentraba mas en el lugar para observarlo con mas precisión, él no dijo nada, solo me siguió en silencio, cuando el silencio ya no era necesario me encargue de por primera vez romper el hielo.

“Así que, ¿por donde comenzamos?” dije mientras acomodaba mi mochila en un rincón del lugar.

“¿Comenzar...?” dijo él como ensimismado en sus propios pensamientos.

“Si, ¿empezamos por el calentamiento? o ¿iniciamos los ejercicios directamente?, ¿cual prefieres?” en el fondo mi pregunta no era tan inocente como sonaba, pero parecía ser que él la tomaba como si lo fuese.

“Calentamientos” dijo con voz firme al momento en que miraba fijamente hacia la ventana, no sabia por que, pero presentía que eras clases serian mejor de lo que había pensado. Iniciando por la primera impresión, serian maravillosas, tal vez más que eso.

La clase había resultado tan aburrida que mi emoción hacia tener clases con Bankotsu para el final de esta se había esfumado, no me corrigió ni una sola vez, a pesar de que hice hasta lo imposible por equivocarme aunque fuese una vez por ejercicio solo por sentirlo acercarse a mi y decirme mi error, pero no había sido así, se limitaba a observarme mientras yo me mataba haciendo todo lo que decía, me la pensaría mas para asistir el próximo viernes.

Y así a como el tiempo pasa los días también y me encontraba ya en mi cuarta clase de los viernes y aun seguíamos igual, él desde un lado de la habitación observándome hacer los ejercicios y yo en el otro. Solo iba por el compromiso que había hecho con él de avanzar, inclusive había desistido en mi afán por no hacer aquel movimiento lento y aquel brazo o pierna a 90º o 40º, no... ya no lo hacia a 70º o a 50º, lo hacia a la graduación correcta y mis movimientos eran tal y a como siempre debieron ser, ahora mi único objetivo era librarme de esas tediosas clases, ya que si hubiese deseado repasar todo lo que sabia, bien lo podría haber hecho yo a solas en mi casa, habría sido lo mismo de cualquier manera, estar a solas con él eran tan vació y sin chiste que mientras mas rápido acabase la tortura seria mejor.

“No lo has hecho bien” dijo de pronto aquella clase mientras yo me agachaba con movimientos lentos y circulares al suelo, estaba harta de hacer aquel ejercicio tan seguido, me había sorprendido tanto oír su voz por primera vez en las clases que perdí el equilibrio cayendo sentada en la alfombrilla, mientras emitía un sonoro ¡ouch!, lo sentí acercarse.

“¿Estas bien?” me tendió su mano mientras la tomaba.

“Si estoy bien” agregue poniéndome de pie y soltándome de su mano lo mas pronto posible.

“No tenias por que preocuparte en venir ¿sabes?, tengo manos y pies, puedo pararme yo sola”

Sobe un poco mis glúteos tratando de apaciguar el pequeño dolor que la caída había causado.

“Lo siento” agrego él mientras se acomodaba su cabello despeinándolo en lugar de peinarlo, aquello me hizo recordar las múltiples ocasiones en que InuYasha solía despeinar su cabello por verse mejor y sonreí por lo bajo, a pesar de todo lo malo a veces siempre habrían pequeñas cosas que lo harían especial para mi

“Solo quería corregirte un pequeño error, déjame ayudarte”

Yo lo mire extrañada, ¿déjame ayudarte?

“Es decir, ponte en posición, te voy a corregir, anda que si terminamos bien este ejercicio por hoy será todo”

Algo emocionada por la idea de dejar primero el lugar me agache con cuidado, haciendo lo mejor que pudiese aquel ejercicio y esperando a que me dijera cual era mi error me mantuve en aquella postura por un rato.

“¿Y bien?” Dije cansada de estar en esa posición.

“¿Bien que?” dijo el sonado confundido.

“La posición, ¿que me falla?” Dije ahora un tanto nerviosa, ¿que habría estado haciendo todo ese tiempo que me tuvo acomodada de esa manera?.

“Pues.... te falla” dijo pensando sus palabras.

“¿Si?” Agregue no solo nerviosa si no irritada.

Pero después de aquello habría silencio y justo al reacomodarme cansada y apunto de reclamarle encontré con que mi cara quedaba justo a centímetros de la suya.

“¿Por que te toma tanto decirme que falla?” dije conteniendo la respiración, solo un poco mas y lo besaría, intente apartar aquellos pensamientos lo mas rápido posible, mientras intentaba alejarme él parecía acercarse.

“Es que estabas en una posición complicada” dijo él mientras sentía su aliento cada vez mas cerca del mío.

“¿Que tan... complicada?” Pude sentir como sus labio rozaban levemente los míos.

“Tan complicada como tu”

Y después aquella mínima distancia entre nosotros desapareció y sus labios tocaron los míos debidamente, su beso era suave pero a la vez era tan seguro y dominante que me deje llevar, mientras sus brazos me tomaban por la cintura y me acercaban a él mas, yo colocaba mis manos en su nuca, tomándolo con fuerza y acercando mas su cabeza a la mía para hacer mas profundo el beso al momento en que nuestras lenguas se encontraron. Las cosas pasaron tan de prisa que de pronto me encontraba a mi misma despojándolo de su ropa, sin pensar nada mas me deje llevar y deje que aquel chico de ojos azules y mirada penetrante tomara el control sobre mi.

Entrelazados en un beso profundo con su fuerza logro dominarme de manera tal que me recostó con rapidez sobre el suelo cayendo yo con rapidez y suavidad al mismo tiempo sin romper aquella conexión entre ambos, una vez recostada él se coloco sobre mi y abrí mis piernas instintivamente dejándole lugar para acomodarse, esperaba que entrase como la primera vez, de pronto y sin avisar, pero en esta ocasión no fue así una vez posicionado y sintiendo yo su erecto miembro tan cerca de mi entrada, esperando ser penetrada, comenzó a besarme delicadamente el cuello; con suaves gemidos movía mi cuerpo poco a poco intentando llegar hasta él y lograr mi cometido, pero al darse cuenta de eso, él se separo de mi cuello por un momento.

“No, aun no, solo ten paciencia”

Lo único que salió de mi boca fue un quejido, pero él lo ignoro al momento en que una de sus manos recorría desde mis pechos hasta bajar por mi ombligo, directo a aquella parte de mi cuerpo que tanto le deseaba.

“Por favor” dije al momento que sentía como su mano se acercaba con cada vez mas rapidez a mi centro, una vez que su mano me toco emití un grito de desesperación pero él no se detendría ahí, acerco su cara una vez mas al momento que me besaba con fuerza y su mano hacia su trabajo, primero un dedo entro tan suavemente debido a lo húmeda que me encontraba y después dos, así hasta que se sacio dejándome jadeante frente a él, aun esperando mas, me miro directo a los ojos mientras sonreía, justo al momento en que entraba lentamente en mi.

“Así que... solo una relación maestro-alumna, ¿no es así?”

Yo solo me aferré con fuerza a su espalda mientras él comenzaba a aumentar el ritmo.

“Solo eso... ¿no es así?” dijo una vez mas mientras comenzaba a entrar y salir con cada vez mas fuerza y rapidez en mi y yo gritaba, pero no eran gritos de dolor, aquella forma de tratarme, besarme y entrar una y otra vez en mi me producían placer... intente responder pero me era meramente imposible.

“Solo... eso” dije entre jadeo y jadeo “Así debe de ser...”

“¿Por que?” dijo él comenzando a perder el aliento y la paciencia a la vez que comenzaba a sudar en mayor cantidad, lograba sentir como mi cuerpo friccionaba contra la alfombra y comenzaba a bañarme en mi propio sudor, una gota de él cayo sobre mi pecho desde su barbilla una vez dicho esto.

“¿Por que no puede ser mas?... esto no es simplemente sexo”

Pero no conteste, mis palabras se vieron opacadas por un sonido de placer al momento que él presionaba con mas fuerza su miembro dentro de mi.

“¿Por que?” pregunto él una vez mas mientras su paso aceleraba un poco mas y sentía que estaba a punto de explotar, simplemente no había manera de poder responderle si seguía moviéndose de esa manera dejándome sin respiración, justo al momento en que lo sentí explotar en mi mientras repetía una vez mas aquella pregunta. Cerré los ojos y las imágenes de nosotros dos no dejaron de fluir, era mi maestro y yo su alumna, esto simplemente no era correcto, al momento que él caía sobre mi totalmente en silencio y su respiración era acelerada yo lo abrace con fuerza a mi acercándolo lo mas que pudiese a mi... su cabeza sobre mi pecho y mi mente en todo lo sucedido... justo cuando logre recuperar el aliento conteste a aquello que me pregunto tan insistentemente.

“Ya te dije por que no Ban, por que no puede ser... solo eso... no puede ser”

Y sin mas después de aquello tome su rostro con cuidado dejando un beso sobre su frente y poniéndome de pie, mientras caminaba hacia mi ropa y me vestía. Él no emitió sonido alguno y suponiendo yo que no había nada mas de que hablar una vez vestida salí del lugar sin mirar atrás.

Creí que después de aquel encuentro no habría nada mas parecido o incluso que él cancelaría las clases, sin embargo, parecía ser que a él no le importo, se había portado igual que siempre en las clases, frió y distante. Así que yo continué con mi rutina diaria, sin algún percance mas, dando por entendido que las clases habían terminado. Pero aquella mañana, del siguiente viernes, lo que sucedió me comprobó lo contrario, al final de la clase pidió a varias de las chicas nos quedásemos pero con todas hablo menos conmigo, una vez que todas se fueron se acerco a mi.

“¿Vas a ir esta tarde?” Su tono de voz era diferente al que solía utilizar en todas las clases.

“Pensé que ya no habrían mas clases, no después de lo que...”

“Pues estas muy equivocada, necesitamos terminar con todo lo que no sabes”

Su tono de voz mas que pretender ser el de un maestro sonaba desesperado, lo mire directo a los ojos antes de contestar.

“Ban, te eh estado engañando”

Él me miro sorprendido.

“Es que si se hacer todo eso, solamente que yo--”

“Eso ya lo sabia, pero por favor ven”

Sin decirme mas nada se alejo de mi y salió del aula, yo me quede petrificada unos momentos mas asimilando las palabras que él me dio, si él lo sabia desde un principio entonces todo había sido una trampa tendida por él... y yo había caído en ella.

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