sábado, 28 de julio de 2007

Tarde - Capitulo 3

Por: Isabel

Capitulo 3
Complicaciones maritales

En la pequeña habitación apenas iluminada podía ver su rostro y sus ojos ambarinos taladrándola con fuerza al momento que entraba y salía de ella con una fuerza irreverente.

“Mas.... por favor, mas” pidió ella con la vos cortada y casi sin aliento.

Como si aquella petición fuera mas que nada una orden sintió como el movimiento se acrecentó y sin avisar nada lo tomo con fuerza del cuello para besarle, su corazón latía con una fuerza impresionante al momento que sentía que el aire se le iba de los pulmones y jadeaba exhausta. Poco después lo sintió explotar dentro de ella antes de abrazarla con fuerza.

“Kagome, preciosa Kagome” susurraba a su oído dulcemente.

“Kagome, ¿estas bien?”

Aquellas palabras y aquella vos la hicieron reaccionar, no podía ser nadie mas que Kouga quien la llamaba espantado a esas horas de la noche mientras tomaba su mano con delicadeza, abriendo sus ojos Kagome puso su mano en su frente para susurrar un casi inaudible ‘bien’ a su prometido.

“¿Estas segura?, estabas sudando y jadeando mucho... ¿has tenido un mal sueño?” La preocupación era mas que evidente en la vos de él y ella apenada se sentó en la cama para dirigirse a él.

“Estoy bien Kouga, estoy bien.... vamos a dormir. ¿Te parece?”

Él no dijo nada pero no se mostró muy convencido, apagando la lámpara de buró la tomo entre sus brazos y la abrazo quedando dormido casi al instante.

Kagome por su parte no lograba conciliar de nueva cuenta el sueño, estaba soñando algo que no debía con quien se había propuesto no ser mas que una amiga por cortesía y eso no estaba bien, tenia que sacarse esos pensamientos pronto de su cabeza o de lo contrario haría algo que no estaría nada bien, ella amaba Kouga... lo amaba, realmente lo amaba. ¿No era así?.

-...-

La realidad no podría ser menos cruel, mientras cenaban aquella noche en el comedor de su lujoso penth house InuYasha se reclamaba mentalmente estar casado con Kikyou y no haber esperado solo un poco mas a que la suerte le sonriera con Kagome, era de lo mas estúpido pensar que mientras ellos dos seguían con aquella lánguida conversación la persona que ocupaba sus pensamientos probablemente estaba disfrutando de una buena noche de cama con su prometido.

“Entonces estábamos pensando que lo mejor seria cambiar de aires Inu, no se que pienses tu pero definitivamente yo no quiero mas eso. Me voy a cambiar de club, ese ya me tiene un poco hastiada”

Toda la conversaron que habían estado llevando en ese momento se trataba sobre alguna absurda pelea de mujeres ricas en el club al que Kikyou asistía desde pequeña. Pero sinceramente a él le daba igual si dejaba o no de ir a aquel lugar.

“InuYasha, ¿me estas prestando atención?” reclamó molesta su esposa intentado encontrar una respuesta a la pregunta que le había hecho unos momento antes.

“Si, has lo que quieras... sabes que cuentas con mi apoyo” contesto él casi mecánicamente.

“Perfecto” contestó ella victoriosa “Mañana mismo comienzo a hacer los cambios necesarios, tu también te cambiaras de club, ¿no es así?”

Él la miro un poco distraído y centro su mirada en los cristalinos ojos de ella, los cuales esperaban una lógica respuesta que le diera a ella la razón.

“No, no lo haré Kikyou” respondió sin dar mas explicaciones, ella lo miro dolida.

“InuYasha, no pensaras quedarte con esa gente... tienes que cambiarte también”

Aquella era una discusión que no llegaría a ninguna parte, él tenia algo decidido y nada lo haría cambiar de opinión.

“Cariño, puedes cambiarte tu si lo deseas pero yo no pienso hacerlo, eh asistido a ese club desde pequeño y mis mejores amigos acuden a el, incluido Kouga con el cual necesito mantenerme en bastante contacto, no puedo cambiarme solo por que tengas el capricho” Y sin dejarla replicar siquiera agrego “Y no esta eso a discusión”

Sin decir nada Kikyou se levanto molesta de la mesa y lo dejo solo. Él no se sintió extraño a esa situación, era tan cotidiano que sucediera que a veces prefería tener cenas de negocios para no enfrentarlo.

Cuando termino de cenar y recogió las pocas cosas que tenían en la mesa; se dirigió a su habitación y la encontró totalmente a obscuras y suponiendo que Kikyou ya estaba dormida comenzó a desvestirse sin encender la luz, una vez en pijama se recostó en la cama y cerró los ojos intentando dormir.

Y casi lo lograba, lograba soñar con aquella mujer que deseaba ver una vez mas; aquella mujer que desearía ocupase el lugar de su esposa, por que justo en el instante de comenzar a divisar su rostro pudo sentir un par de manos frías y delicadas recorrer su torso.

“Mi amor, has despertado” agrego Kikyou sonriendo.

Él no emitió palabra alguna y ella tomando aquello como alguna respuesta positiva a sus caricias comenzó a besarlo frenéticamente.

Aquellas caricias no le hacían sentir nada diferente a lo que hubiese sentido alguna vez con ella, simplemente placer... placer y nada mas. Pero en esa ocasión aquello no lo satisfacía.

“Ahora no Kikyou” dijo intentando separarse de ella al sentirla atentar contra su pantalón.

“¿Por qué no InuYasha?, ¿hace cuando que no lo hacemos?” Gritó ella mientras se separaba furiosa de él y encendía la luz al ponerse de pie.

“Por favor Kikyou, no es el momento de discutir acerca de esto” Acotó el aun recostado.

“¿Si no es ahora cuando?, estoy harta de que cada que intento algo mas contigo no me dejes hacerlo. InuYasha, estamos casados, ¿no es así?”

“Si, así es... al menos ante la ley así es”

“¿Entonces cual es el problema?, ¿no te parezco lo suficiente hermosa como para que mantengamos contacto a como todas las parejas normales lo hacen?”

“No es eso, solamente que---”

“¡Que!, ¿solamente que, que?. Demonios InuYasha a este paso tendremos que divorciarnos y créeme que no quiero llegar a ese punto”

“¿Divorciarnos?, ¡si es lo que quieres créeme que no tendré ninguna objeción en eso Kikyou!” Respondió furioso sentándose en la cama.

Cada vez que él deseaba descansar o no tenia ganas de algo mas intimo con ella le salía con ese mismo cuento del divorcio y francamente ya no lo soportaba.

“¡Estas insinuando que no quieres seguir casado conmigo!, ¿es eso?, ¿o es que hay alguien mas?”

La mención de aquella cuestión lo dejo helado, ¿alguien mas?. ¡Por supuesto que había alguien mas!... solamente que no mantenía ninguna relación de algún tipo con esa persona. Pero si existía alguien mas.

“Por supuesto que no” respondió serio y recostándose correctamente en la cama.

“¿Entonces?” pregunto ella aun alterada, pero la respuesta de el la hizo sentir miserable.

“Pero nada Kikyou, pero nada. Ahora duérmete que mañana tenemos que madrugar”

“Si, como tu digas... querido esposo”

“El sarcasmo no funciona conmigo a estas horas de la noche. Que descanses”

Bufando cansada, se recostó de nueva cuenta y se empeño en dormir... pero en aquel momento lo único que deseaba era estar en otra parte y no con InuYasha. En otro lugar donde sabia seria bien recibida siempre.

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