sábado, 28 de junio de 2008

Secreto - Capitulo 2

Por: Isabel

Capitulo 2

Aquella mañana me mire en el espejo justo antes de salir de mi habitación de la misma manera que lo había hecho la mañana anterior y tomando las llaves de mi apartamento me dirigí rumbo al Gym, queriendo verlo y a la vez no.

Una vez ahí Sango me esperaba impaciente delante de la puerta que daba a la sala donde se efectuaban las clases de Yoga, su mirada denotaba un poco de aburrimiento.

“Vaya, hasta que llegas. La clase esta por empezar”

La mire un poco extrañada.

“Pero si la clase empezó ayer mas tarde” dije al momento que me hacia entrar en la sala y nos poníamos en la parte mas apartada de la sala, hasta atrás.

“Si, pero los martes siempre inicia una hora antes” me dijo al momento en que alguien a nuestras espaldas hablaba.

“Lo sabrías, si ayer te hubieses quedado cuando lo pedí Kagome”

Era Bankotsu, apenada y sorprendida dirigí mi mirada hacia él, al momento en que Sango lo saludaba y comenzaba a entablar conversación con él, yo no hablaba, me sentía mas bien como una espectadora de esa conversación en la cual no me hallaba. Y poco después despidiéndose de Bankotsu, se dirigió a mi al momento en que este se iba con otras alumnas.

“¿Es muy agradable verdad?”

Yo la mire sin mucha convicción y asentí.

“Se que probablemente te sientas algo incomoda con su presencia, pero es normal. Eres la nueva, ya veras como te acostumbras”

Me guiño un ojo y justo después, Bankotsu con un fuerte aplauso llamo la atención de todas. La clase comenzaría, y estaba segura de que aquella mañana no me distraería tanto como el día anterior dada la posición en la que me encontraba.

Faltaban cerca de diez minutos para el termino de la clase y Bankotsu había iniciado una técnica de relajación, estaba tan ensimismada con los ojos cerrados y tendida en el suelo, haciendo lo que él indicaba que cuando todo había quedado en silencio sentí mi cuerpo relajarse y deje salir un suspiro, algo apenada me senté y mire a todas partes, todas estaban acostadas en la posición que momentos antes me encontraba antes de mi repentino suspiro y Bankotsu no estaba, al menos eso pensé antes de sentir su respiración en mi oído.

“Es normal que suspires, tu cuerpo llega a un momento tal de paz y tranquilidad que incluso puedes lograr el clímax”

Abrí mis ojos algo afectada por sus palabras y antes de acostarme para que continuara con la técnica me indico.

“Por favor, necesito hablar contigo... espérame cuando termine la clase, prometo no robarte mucho tiempo”

Yo no pude responder por que su brazo me había recostado con rapidez sobre la alfombrilla y se alejo con rapidez de mi al momento en que reiniciaba la técnica.

Al termino de la clase Sango me tomo de la mano y me indico que ya nos podíamos ir cuando me miro esperando en una de las ventanas con vista a la calle y le indique que la alcanzaba después, asintiendo y algo extrañada salió del lugar, espere a que Bankotsu hablase conmigo, pero no lo hizo hasta haber despedido a la ultima alumna. Me encontraba observándolo cuando dirigió su mirada a mi y sonrió mientras se acercaba con rapidez.

“Siento la tardanza, quería asegurarme de hablar a solas contigo” Sentí como mis mejillas se coloraban, pero debido al trabajo físico efectuado en esa hora esperaba él pensase que era parte del ejercicio.

“OK, ¿para que querías hablarme?” dije sin poder mirarlo a los ojos.

Él se acerco mas aun a mi y respondió buscando mi mirada

“Te invito a tomar un café, necesito hablar contigo de ciertas cosas, pero este no es el momento ni el lugar, ¿aceptas?”

Sabia a que se refería con esas palabras y no pensaba arriesgarme a tener que dar una explicación del por que me fui de pronto o del que había sucedido realmente esa noche.

“Bankotsu, no se si sea lo correcto, tal vez…” pero él me interrumpió.

“Kagome, por favor, es importante... tenemos que aclarar lo que--” pero tenia miedo de que lo dijese, así que antes de que terminase su oración conteste.

“Esta bien Bankotsu, ¿te parece un día de estos?”

Él asintió y mientras me veía ir pregunto.

“¿Te parece el viernes en la tarde?, tengo el día libre, a las cinco, en el café que esta en el centro de la cuidad, se llama La Cabaña”

Asentí sin decir mas y me dirigí rumbo al estacionamiento y mi auto, una vez ahí choque la cabeza dos veces contra el toldo reprochándome el haber aceptado, no debía haber aceptado aquel café, no quería hablar sobre aquello y sobre todo, tenia miedo de terminar como la primera vez. Estaba tan ensimismada en mis reproches que no oí a nadie caminar a mis espaldas y la voz de Sango me sobresalto de pronto.

“Vamos a tomarnos un café usted y yo Srita. y me tiene que contar como conoció a Ban”

La mire preguntando con mi vista aun antes de emitir alguna palabra, sus mejillas se encendieron.

“Oí todo, lo siento... estaba esperándote y justo cuando te vi saliendo me oculte”

Sonreí antes de aceptar su invitación y dirigirnos directo a nuestro café.

Aquella noche no pude conciliar el sueño, en mi cabeza no dejaba de dar vueltas aquel asunto sobre Ban y aquella noche, mi arrepentimiento iba creciendo conforme los minutos pasaban y cada vez mas inseguridades se formaban en mi acerca de todo eso, Sango no podía creer lo que había sucedido una vez que se lo conté, la conocía y de cualquier manera tarde o temprano se enteraría y me pidió que por favor hablara con él, después de que deliberadamente dije que pensaba no presentarme aquel día en el café.

“Tienes que ir, no puedes dejar una platica como esa inconclusa Kag, ese tipo de cosas no se pueden pasar por desapercibidas con tal facilidad, tienes que admitirlo, tiene razón”

Y si, lo sabia, él tenia razón, teníamos que hablar, era importante, pero no me sentía lista para mirarlo a la cara y discutir aquel tema.

Para el siguiente día no tenia clase, dado que las clases las tomaría solamente lunes, martes y jueves, así que aquel miércoles me levante lo mas tarde posible, intentando recuperar las horas de sueño perdidas y después no hice mas que mantenerme ocupada, intentando no pensar en lo que había perturbado mi sueño la noche anterior. Y así los días pasaron, el viernes llego mas rápido de lo pensado y cuando me di cuenta ya estaba aparcando en el estacionamiento del café La Cabaña, antes de entrar por la puerta tome aire e intente armarme de valor para discutir aquel tema con Ban, estaba ahí y no había vuelta de hoja.

Una vez dentro sentí aquel acogedor ambiente que tenia el lugar, su estilo era algo conservador pero a la vez se mantenía a la vanguardia, lo busque con la mirada y no me fue difícil encontrarlo entre la multitud, de espaldas a mi, su cabello negro tan lacio como siempre y unos pantalones vaqueros acompañados de una camisa negra, estaba en el lugar mas apartado, acomode mi cabello mientras me acercaba a él. Lo mire por ultima vez desde aquel mismo lugar en el cual me encontraba antes de acercarme, una vez detrás de él, suspire y acomode una vez mas mi cabello, justo cuando estaba terminar de colocarme frente a él, pareció ser que sintió mi presencia, se volteo agregando

“Pensé que no vendrías” asentí antes de colocarme en mi asiento, él se puso de pie y reí ante ese gesto por su parte, nunca antes alguien había hecho eso por mi.

Una vez sentados ambos nos quedamos viendo, esperando ver quien tomaba la iniciativa, estaba mas que previsto que yo no intentaría por ningún medio iniciar aquella conversación tan incomoda, aun así él comenzó a hablar

“Y dime, ¿que... has hecho en todo este tiempo?”

“Bueno, nada importante en realidad”

Él me miro y la pregunta era evidente en su mirada, suspire antes de hablar.

“Rompimos, rompimos a las dos semanas de que te conocí y desde poco después de eso Sango estuvo intentado persuadirme de ingresar a las clases de Yoga que ella asistía, por que desde que había roto con él no hacia mas que mantenerme viendo televisión y acepte un tanto mas bien por darle a su lado... creo que el resto ya lo conoces”

Alcé los hombros mientras preguntaba intentando evitar aquel tema.

“¿Y tu?, ¿que has hecho?”

Él no me respondió al instante, parecía ser que pensaba cada palabra que estaba por decirme, espere paciente hasta el momento en que las palabras salieron de su boca.

“Kagome, ese es el motivo por el cual te eh invitado hoy, decirte que eh hecho. Desde aquel día no eh podido dejar de pensar ni un solo segundo en ti, cuando me levante mas tarde aquel mismo día que te fuiste me reproche a mi mismo por no solo haberme encargado de checar tu nombre en tu cartera, si no también el haber no buscado tu teléfono. Sabia que seria inútil de cualquier manera el seguir pensando en ti, después de todo tu tenias a alguien mas, pero cuando algo como esto sucede no puedes dejar aquello tan fácilmente y no dejas de cuestionarte el que habría sucedido de haber logrado conseguir su teléfono o despertado antes de que se fuera”

No dije nada, solo lo observe, algo impactada por todo aquello, procesando información y sin saber que decir, pero no necesitaría hablar, él llevaría la conversación a otro nivel.

“No tienes que decir nada, no necesito que me digas que no te importo aquello o que jamás te importara, ahora que me has dicho que han cortado y supongo sigues soltera, me preguntaba si... si me darías una oportunidad, quiero que sepas que realmente me importaría intentar algo, si me dieras la oportunidad”

Él suspiro después de decir aquello, y miro fijamente la taza de café que en el momento en que llegue estaba tomado, mientras yo por mi parte, sentía la boca seca, pero no pediría nada, trague la poca saliva que sentía en ella y pensé por un segundo en todo lo que le me había dicho, si, había sido algo de una noche y había sido loco, pero si me había importado, tengo que admitir que en cierta manera cuando corte con mi novio fue por que albergaba una esperanza de volverlo a ver a él... a Bankotsu, pero la deseche de inmediato y decidí mantenerme encerrada en aquel mundo en el cual solo éramos yo y mi ex novio y el dolor que causaba una ruptura.

No podía negar que Bankotsu me gustaba y no solo eso, era algo mas allá del gusto, pero no quería dejarme llevar por algo que seguramente no llevaría a nada, no quería volver a salir lastimada o peor, herirlo a él. Así que conteste aun preguntándome si haría lo correcto.

“Bankotsu, no creo que sea lo correcto que nosotros, tengamos algo, es decir, ahora que te eh vuelto a ver ah sido maravilloso, yo pensé que no te volvería a ver y me da gusto verte, pero me parece lo mas correcto que mantengamos solo una relación como alumna y maestro y no mas que eso, lo siento pero...”

Él no me dejo continuar, me corto a mitad de la oración, pero esta vez había algo diferente, no me miro a los ojos a como siempre solía hacerlo.

“Esta bien, entiendo que no quieras algo mas, bueno... eso era el por que te llame, no creo que sea correcto robarte mas tu tiempo, te veré el lunes” y sin dejarme decir nada mas, se puso de pie y salió del lugar, no me moleste en seguirle o decirle que se detuviera, no lo creía correcto.

Aquel fin de semana después de aquella conversación no deje de darle vueltas al asunto, a aquel café, cuestionándome una y otra vez el si haberlo rechazado habría sido lo correcto, sin lograr llegar a una conclusión clara, llego el lunes y descubrí que después de aquel café, probablemente las cosas no serian iguales.

“Hey” Me llamo Sango una vez que bajaba de mi auto, no había hablado con ella, siquiera por teléfono para comentarle acerca de lo sucedido en el café y estaba segura de que eso era lo que mas le interesaba en ese momento.

“¿Como te fue?” La mire un poco escéptica, dándole a entender que no habían salido las cosas tan bien a como debieran.

“Bueno, supongo que no te fue bien, ¿que sucedió?”

Mientras caminábamos rumbo a las instalaciones del Gym conteste a su pregunta.

“Me pidió una oportunidad” ella abrió los ojos emocionada “Y le dije que no, que lo mejor seria solo una relación alumna, maestro entre nosotros” ella se puso colorada de nuevo.

“¡¿Qué hiciste que?!, te pide una oportunidad ¿y tu le dices que no?” solo moví la cabeza mientras nos acercábamos a la sala de yoga.

“¿Pero tu estas loca o que?, estas sola desde hace mucho, terminaste una relación enfermiza y no te quieres dar la oportunidad con alguien que se muestra tan interesado en ti a como no lo habías visto en mucho tiempo, ¿por que hiciste eso?” pero justo cuando termino su discurso sobre lo mal de mi decisión entramos en la sala.

“Sango, no quiero discutir esto ahora, es mas... solo no lo hagamos... es mi decisión y no me arrepentiré, es lo mejor” ella no dijo nada y molesta tomo un sorbo de su agua, mientras Bankotsu entraba en la sala y saludaba a todas y justo cuando nuestras miradas se cruzaron, se dirigió al frente de la sala y su tono de voz al hablar esta vez fue diferente.

“Empecemos la clase, solo tenemos una hora por delante”

Y sin mas todas, la mayoría consternada por su forma de hablar iniciaron calentamientos junto a él, Sango solo me dirigió una mirada llena de desaprobación... y eso solo había sido el inicio.

Las siguientes semanas de clase no las disfrute tanto como hubiese deseado, Bankotsu intentaba evitar al máximo toparse conmigo o incluso acercarse a mi, me hacia sentir terriblemente culpable. Sabia que era mi culpa que se hubiese alejado de mi, en el momento en que lo había rechazado le había cerrado una puerta que probablemente él esperaba encontrar abierta y ahora que la había hallado cerrada, había decidido alejarse con rapidez, pero aquella rapidez me hería, aun sin quererlo aceptar.

Sango no me había a preguntado nada mas acerca del tema, al notar el trato en clase y en gran parte lo agradecía, ya que a como le había dicho aquel día, no quería hablar del tema. Aquella mañana me levante, todo tan monótono, era un lunes, mi primera clase de la mañana, tome mis llaves a como solía hacerlo, no esperaba que ese día algo en mi rutina cambiase, una vez en la sala espere a que la clase empezase y mientras hacíamos un ejercicio de relajación, oí su respiración justo detrás de mi, pero no abrí los ojos, ni emití palabra alguna, solo espere, espere a ver que sucedía.

“No tienes la postura correcta, necesitas abrir tus piernas un poco mas, de esa manera lograras que la energía fluya con mayor facilidad y logres el balance correcto, todo en armonía... solo ábrelas un poco mas”

Abrí los ojos y cuando me voltee para buscarle ya no estaba, pero lo encontré hablando con Sango y le hablaba al oído, justo como a mi, sentí que la sangre me hervía, pero decidí controlarme, cerré los ojos nuevamente y respire hondo antes de continuar con el ejercicio. No pude concentrarme el resto de la clase. Y después de esa clase, fueron muchas mas las clases en las cuales me corregía la postura, siempre de aquella manera, susurrando en mi oído, palabras que me hacían pensar en nosotros dos juntos, en la cama... besándonos... como aquel día, pero sabia que era estúpido pensar que él tendría alguna intención doble con eso, él solo hacia su trabajo, me corregía en el yoga... yo... yo solo pensaba en aquella noche.

De pronto me encontraba a mi misma esperando las clases con ansias, no sabia que era lo que me motivaba mas a ir, el hecho de verle o el hecho de que me corrigiese. Estaba segura de que tendría que ser alguna combinación de ambas, así que hice hasta lo imposible por no faltar a una sola clase y "dar lo mejor de mi" en ellas, a veces cometía errores tan básicos como no adquirir la postura correcta o no hacer el sonido correcto, solo por ver si me corregiría y poder oír su voz susurrando palabras que yo tomaba como algo mas que correcciones.

El día en que me pidió me quedase al final de la clase para hablar de algo importante sobre las clases, temía que me dijera que no podía hacer nada mas por mi y que era demasiado inepta para el yoga. Esperando lo que me diría, me adelante a hablar en cuanto estuvimos a solas.

“Ya se lo que va a decir Bankotsu”

Había adquirido a lo largo de ese tiempo esa extraña manía por llamarle de usted y él jamás había puesto objeción a aquello.

“Se que no sirvo para el yoga, si lo que quiere es que deje de asistir a las clases por mi ineptitud, no lo detendré”

La expresión en su rostro era indescifrable, no sabia si era de burla, preocupación o sorpresa, lo mire consternada mientras él decía algo.

“Jamás dije que la charla seria para correrte Kagome y por favor deja de llamarme de usted, me hace sentir como algún tipo de viejo arrugado y no lo soy”

“Tal vez no lo dirías frente al resto de las alumnas, ahora estamos a solas, puedes criticarme todo lo que quieras, no tengo objeción por eso Bankotsu” dije tomando su palabra, él rió estrepitosamente mientras yo lo miraba con el ceño fruncido.

“Esta bien, si eso es lo que deseas. Tu técnica es pésima Kagome e intentado corregirte por todos los medios, pero parece ser que no me escuchas”

Sentí que la sangre se subía a mi rostro mientras recordaba todas y cada una de sus correcciones.

“Tus posturas, ¿Que puedo decir?, ¿Cuantas veces mas debo decirte que nunca debes alzar el brazo mas de 40º cuando hacemos el ejercicio--”

“OK, deja de decirme todos mi errores, solo dime si me voy o no”

Me sentía ofendida, yo sabia que todo eso no se debía hacer, solo era mi necedad por oírlo susurrar en mi oído lo que me había llevado a hacer todo incorrectamente, si me hiciesen un examen practico y teórico, sabiendo que él no estaría ahí seguro sacaría un diez. Él suspiro antes de terminar de hablar.

“Como iba diciendo, no haces las cosas correctamente, por lo mismo--” dijo mirándome de manera penetrante y acentuando las palabras, como esperando que estas se grabasen tanto en mi cerebro que no dejase de pensar en ellas.

“Eh pensado que necesitas unas clases extras de Yoga, solo para asegurarme que no te pierdas; todas van mas avanzadas que tu, ellas ya han logrado hace todo lo básico que tu hasta fecha no logras captar, así que para poder avanzar necesito que todas y con todas también te incluyo a ti, sepan hacer las cosas correctamente”

No dije nada, lo observe en silencio analizando sus palabras, ¿clases extras?, ¿me las daría él acaso?, lo que dijo a continuación contesto mi pregunta.

“No creo poder darte las clases yo mismo, dado que por lo visto mi forma de enseñar contigo no funciona, pero eh hablado con una amiga mia que da clases de ballet y yoga y a aceptado gustoso a ayudarme con mi alumna problemática, ¿que dices?, ¿tomaras las clases?”

Me miro insistentemente mientras yo mantenía un silencio sepulcral hasta esperar mi respuesta.

“Esta bien” dije pensando no tener alternativa, si ese era el precio a pagar por hacerme la tonta en las clases y no dejarlas, lo tomaría. No me pasaría nada por unas clases extras de yoga... ¿o si?.

“Bien, le diré a mi amiga que has aceptado para que me confirme bien como y cuando iniciaras. Bueno, eso era todo, si gustas te puedes ir”

Asentí antes de tomas mis cosas del suelo e irme caminando con paso firme hacia la salida. Clases extra de Yoga... me las había ganado a pulso, ahora a pagar.

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Secreto - Capitulo 1

Por: Isabel

Capitulo 1

Me mire por enésima vez en el espejo, cerciorándome de que cada cabello estuviese en su lugar antes de salir y acomode también de la misma manera mi pants y mi blusa color negra antes de tomar mi bolso y salir con rapidez del departamento, mientras pensaba una y otra vez en los pros y contras de lo que estaba a punto de hacer.

Una vez que llegue al Gym decidí registrarme, Sango me había informado que debía hacer, ya que me había dicho que aquel día no podría ir a la clase que tanto me había insistido que asistiera así que mientras subía por las escaleras rumbo al ala de yoga repase por ultima vez los pros y contras.

Contra: Levantarme temprano, perderme los mejores programas matutinos, dejar mi agradable rutina diaria por las mañanas; Pro: Quitarme de encima a Sango, mantener la línea. Y conociendo los gustos de Sango, seria cierto, pero estaba aún por descubrirlo.

Abrí la puerta del ala y me adentre mientras pensaba una y otra vez en el comprobar aquello que tanto me había dicho Sango, pero no apuntando aquello a ninguna de mis dos listas hasta estar segura de a cual de las dos iría... ¿seria como ella lo describió?.

Después de todo no tardaría mucho en conocerlo, justo cuando comenzaba a entablar conversación con una chica de nombre Kagura apareció por la puerta.

“¿Así que es tu primera clase?”

Lo mire sin pestañear... y no pude creer lo que mis ojos veían. Tenia que hacer una nota mental antes de que la clase iniciara pro: maestro realmente guapo; contra: me arrepentiría de aquellas clases.

“¿Te encuentras bien?” me pregunto Kagura después de un largo silencio durante el cual observe al maestro entrar a la clase sin percatarse de mi presencia e incluso hice hasta lo imposible por mantenerme en las ultimas fila, tal vez así no me notaria, pero justo cuando me formaba detrás de todas Sango tomo mi mano y me llevo hasta delante con ella.

“¡Aquí se aprecian mejor las clases!” Ohh si, no dudaba que se apreciasen más; intente separarme de su mano pero en ese momento él se giró al oír la voz de Kagura dispuesto a saludarla.

“Hola Kagura... Ohh... veo que... tenemos... una... nueva alumna nueva” sus palabras eran entrecortadas y su rostro no solo denotaba sorpresa sino también se sentía tan avergonzado como yo. No sabría como podría sobrevivir a esto, justo antes de alguna palabra mas Kagura intervino de nueva cuenta.

“Si, Bankotsu le presento a su nueva alumna. Ella es Kagome”

Ninguno respondió nada y ella prosiguió su plática sola mientras miraba el reloj.

“Ban, creo que deberías ir empezando la clase, recuerda que solo es una hora”

Él apartó su mirada de mi y yo al fin pude respirar con tranquilidad, me prometí a mi misma no volver a escuchar a Sango por mas que insistiese en tomar algo que llenara el tiempo que había dejado vacío la ruptura con mi novio hacia mas de tres meses.

“Ohh si, bueno chicas...” dijo después de dirigirme una ultima mirada, la cual intente evitar al máximo “Creo que es hora de iniciar, empezare por lo básico, dado que tenemos nuevas alumnas”

Me miro antes de sonreír con aquellos labios que alguna vez... no, no podía pensar en eso, eso no volvería a pasar jamás... solo había sido cosa de una noche.

-…-

Aquella tarde tomaba un café en aquel restaurante que a Sango y a mi nos gustaba tanto mientras miraba distraídamente hacia la calle. Sango me miró y pude notar la pregunta venir aun antes de que sus finos labios se abrieran.

“¿Qué tal la clase?, ¿verdad que el maestro es muy guapo?”

“¿Eh?, si, supongo” conteste dirigiendo mi mirada por un segundo hacia ella y después regresándola a la calle.

“¿Hay algo que desees contarme?”

Ella me miro con el ceño fruncido mientras yo la miraba de reojo.

“¿Qué te hace pensar que hay algo que debas saber?” dije sin dejar de apenas mirarla.

“No se, creo que tu actitud”

No dije nada... guarde silencio mientras intentaba olvidar la clase de aquella mañana, no solo me había afectado verle entrar por esa puerta, su actitud al verme, el verlo hacer todos y cada uno de esos movimientos y no poder evitar pensar en aquella noche... si no además, intento retenerme al final de la clase, pero por suerte Kagura me tomo del brazo antes de poder contestar siquiera y me saco del lugar alegando que necesitaba enseñarme algo que me encantaría. Por primera vez desde que la conocí, agradecí sus impertinencias.

“Aunque claro, por lo visto no me tienes la suficiente confianza como para...” pero la interrumpí antes de que siguiera con sus chantajes.

“No es nada Sango y si lo hubiera, tu sabes que te lo diría”

Tome un sorbo de mi café y después dirigí mi mirada hacia ella.

“OK, te diré... es solo que esta mañana me sucedió algo que no pensé que me sucedería eso es todo” dije intentando no dar mas detalles.

“¿Que cosa?” pregunto ella curiosa, fruncí el ceño antes de contestar.

“Algo realmente estúpido, no vale la pena recordarlo... y bueno, ¿como van las cosas con Miroku?”

“Bien, muy bien” contesto ella secamente.

“Sango, en serio que no es nada” dije captando la indirecta

“Esta bien, no te insistiré mas en el tema, pero cuando me busques y necesites... sabes que aquí estoy” dijo antes de tomar un sorbo mas a su café y terminarlo.

Sin tomar mas importancia a todo lo ocurrido a lo largo el día salimos después de terminar el café de aquel lugar y nos dirigimos directo a nuestros departamentos.

Al abrir la puerta de mi apartamento pude sentir aquella fragancia que tanto me gustaba poner en la casa, deje las llaves en la mesita mas cercana y después decidí darme un buen baño, para después descansar, lo necesitaba. Y mucho.

-…-

Me había peleado una vez mas con mi novio y esta vez parecía ser definitivo, pero decidí hacer frente a todo.

"Kagome, esta noche no te quedaras en casa llorando por un estúpido" me dije mentalmente.

Termine de arreglarme la falda que llevaba aquella noche antes de tomar mis llaves y salir a la obscuridad de la noche. Aquella noche me divertiría con o sin él y nada me lo impediría.

Una vez en el primer club que encontré abarrotado de gente no supe que hacer y mire en todas direcciones esperando ver a alguien conocido, entonces mis ojos lo encontraron, era alto y fornido, con su cabello negro y largo cayendo sobre su espalda, sus ojos, grandes y expresivos, los cuales denotaban un gran aburrimiento. Y también lo estaba yo... así que decidí acercarme.

“Hola” dije intentando sonar lo mas natural posible, pero sin creer haberlo logrado, él me miro un segundo antes de responder a mi saludo.

“Hola” Y después sonrió abiertamente a mi “¿quieres bailar?”

Yo lo mire un tanto nerviosa y confundida, pensé por un momento que más que preguntarme el ir a bailar con él, me diría que estaba ocupado como para charlar conmigo, así que sin musitar ni una sola palabra más, algo impactada también por sus palabras lo tome de la mano y nos dirigimos a la pista de baile.

Las piezas que en ese momento mas que ser melosas eran pegajosas y divertidas, así que por lo menos bailamos cerca de dos canciones sin decir una sola palabra, solo disfrutar de la compañía que el uno le daba al otro, en realidad, no necesitaba que hubiese algo mas que eso. No hasta que aquella canción que tanto me gustaba inicio, era de aquellas canciones que más que desear bailar con un amigo desearías bailar con tu pareja, una canción sensual y atrevida, justo a aquel tipo de canción que despertaba las más grandes fantasías en ti.

Estaba por dejar la pista de baile, tal vez quería divertirme, pero no sabía lo que podría ocasionar en mi bailar tan cerca y con una canción como esa con aquel chico de mirada penetrante que apenas y conocía. Aquel misterio que encerraba, el no saber nada de él nada mas que el simple hecho de ser aquel chico que se aburría igual que yo, le atribuía cierto magnetismo, pero antes de poder alejarme de él demasiado me tomo del brazo y me acerco con rapidez a él, pude sentir poco después su respiración agitada en mi oído

“¿No piensas bailar esta conmigo?” Y antes de poder contestar siguiera algo nuestros cuerpos entraron en contacto, perdiendo yo toda noción de racionalidad.

Su aliento estaba cerca de mi cuello mientras sentía sus brazos abrazarme con fuerza a él, al mismo tiempo que su pelvis se juntaba cada vez mas a mis caderas, haciéndome sentir toda clase de sensaciones que hacia mucho no había sentido hacia nadie mas, siquiera hacia aquel chico que suponía ser mi novio. Y me deje llevar... me deje arrastrar por aquel magnetismo que despedía en cada movimiento lento en el cual no desaprovechaba la oportunidad para sentirme mas cerca de él.

En menos de lo que pudiese esperar levante mi mirada y pude encontrarme con la de él, observándome atentamente, como intentando captar todos y cada uno de mis movimientos y gestos, sonrió tímidamente y no lo resistí mas, simplemente acerque mi rostro al suyo y poco después nuestros labios se encontraron, aquella sensación de sorpresa sentí en el primer segundo en conjunto con sus delicados y fríos labios, pero después comenzó a tomar con mas intensidad ese beso, al momento en que bajaba una de sus manos, las cuales se mantenían firmes en mi cadera, hasta mi trasero, apretándolo con fuerza y pegándome aun mas a él, justo si pensaba que eso ya no podía ser posible, entonces lo sentí, sentí como su sexo comenzaba a endurecerse, instintivamente moví mis caderas con mas frenesí solo para experimentar su reacción y un gemido de placer se ahogo en su garganta al momento en que se separaba de mi y aquel beso que nos había dejado sin aliento. Yo hice un sonido gutural en desaprobación de su repentino reparamiento.

“¿Por que...?” dije aun sin aliento, pero puso su dedo índice en mi boca y yo guarde silencio. Tomándome de la mano me arrastro lejos de la multitud, donde nadie pudiese vernos.

Sin mas me arrastro hasta un pasillo obscuro y yo sin pensar mas lo tome del cuello al momento en que lo besaba con fuerza y lo pegaba a mi al momento en que mi espalda daba contra la pared y el tomaba una de mis piernas y la acomodaba sobre su pelvis, yo abracé con fuerza su cintura al momento en que mis manos recorrían su espalda con fuerza y nuestras bocas se enlazaban en un beso lleno de pasión y deseo. Cuando sentí que sus manos comenzaban a colarse por debajo de mi blusa, hasta tocar la delicada tela de mi brassiere, me separe y hable.

“Aquí no”

Él me soltó y lo perdí de vista, por un momento sentí que todo acabaría ahí mismo, y no lo volvería a ver... entonces me tomo con fuerza tomándome desprevenida y justo antes de besarme hizo aquella proposición que no podría rechazar

“Entonces vallamos a mi apartamento” me beso inmediatamente después de eso. Y salimos minutos después tomados de la mano rumbo a su auto... y directo a su apartamento.

A veces me pregunto como logramos llegar a su apartamento sin antes haber aparcado en el primer lugar disponible y dar rienda suelta a lo que se estaba desatando entre nosotros, pero probablemente era que las ganas por parte de los dos eran tan insaciables que aun las caricias rumbo a su apartamento, los besos entre semáforo y semáforo, los cuales parecían habernos querido ayudar y su mano recorriendo mi muslo delicadamente justo hasta llegar cerca de mi centro para después volver a bajar lentamente parecían no tener fin.

Una vez deteniéndose frente a un lujoso edificio blanco, bajamos de prisa y él tomándome de la mano al momento que me acercaba a él y yo lo abrazaba fervientemente... logramos llegar hasta el apartamento y una vez cerrada la puerta lo demás no importo... solo sentí como era aventada con fuerza hacia la puerta al momento en que comenzaba a besarme con desesperación y yo respondía a aquel beso con la misma intensidad, nuestras manos esta vez trabajaron con mas rapidez al mismo tiempo que nuestras piernas caminaban solo por inercia rumbo a su habitación y justo entrando a esta ambos nos encontrábamos solo separados por nuestras ropas interiores, lo observe por un momento su pecho era justo como siempre me había gustado el pecho de un hombre, liso y con grandes músculos al descubierto, seguro que hacia mucho ejercicio y que decir de sus brazos fuertes y marcados, al descubierto totalmente eran mejor de lo que me los había imaginado. Y justo al dirigir mi mirada mas abajo el hablo.

“¿No te arrepentirás verdad?” su pregunta me había sonado algo estúpida al principio, si estaba ahí, era por que realmente me interesaba y lo mire directo a los ojos sin responder, besándolo con fuerza y tomando sus manos y posándolas en la parte trasera de mi espalda, justo donde quedaba el broche de mi brassiere.

“Estoy tan segura de no arrepentirme a como que deseo que me hagas tuya en este momento”

Sin decir mas desabrocho mi brassiere, sintiendo yo al principio un poco de frió al contacto de mis pechos con sus fríos pectorales, besaba mi cuello con fuerza al momento en que sus manos bajaban y yo me aferraba con fuerza a él, mis caderas nunca dejando las suyas, haciendo movimientos provocadores por naturaleza propia, sintiendo su sexo fuerte y listo para mi, haciéndome desear el momento en que lo sentía dentro de mi con mas deseo y rapidez, pero decidí esperar al sentir la delicadeza con que sus manos recorrían cada palmo de mi cuerpo, no se olvidaba de ni un solo lugar, eran caricias suaves y casi tan superficiales que pareciese que mas bien su mano rozaba mi piel, haciéndome sentir una intensa electricidad en mi espalda cada que tocaba alguna parte de mi cuerpo; mi respiración al igual que la suya subió de tono al momento en que mis manos comenzaron su propio trayecto por su espalda, justo hasta llegar a la delicada tela de su boxer y jugaba con el resorte de este, sus manos terminaron de recorrer mi espalda y al llegar a mi trasero me beso al momento que me terminaba de despojar de la ultima prenda que quedaba en mi cuerpo y después me sentaba en la cama, nunca dejando de haber contacto entre nuestros cuerpos y mis manos bajando lentamente su boxer, hasta que acostados ambos en la orilla de su cama tocábamos con mas deseo nuestro cuerpo el dirigiéndose hasta mis pechos con su boca al mismo tiempo que me empujaba poco a poco cada vez mas al centro de la cama y mordía y chupaba cada uno mientras que yo lo tomaba de su cuello y con gritos ahogados le pedía mas.

El momento en que penetro en mi fue tan repentino que olvide cualquier otra cosa, gritando un poco sorprendida por la forma tan repentina de su intrusión él separo su boca de mis pechos por un momento mientras me besaba con fuerza y el ritmo fue aumentando, cada vez mas rápido, entraba y salía con tal rapidez que una vez que comenzaba a tomar aire entre un ola de placer, una vez mas volvía perderlo al sentir otra mas. La noche paso mas rápido de lo esperado, no fue esa la única vez que mantuvimos relaciones a lo largo de la noche, pero después de la ultima sentí como caía sobre él y dormía en su pecho, para despertar horas después, aun no amanecía, así que supuse que no seria tarde y lo encontré al desnudo frente a mi observándome.

“Hola” dije al momento que cubriéndome con las sabanas me sentaba correctamente, él tomo mis manos y desprendió la sabana, dejando al descubierto mis pechos.

“Me gusta mas así” agrego al momento que veía como sus ojos brillaban con intensidad, yo solo asentí, después de un largo silencio durante el cual yo observaba sin parar cada parte de él, sin mirarle a los ojos y lo sentía expectante, esperando alguna palabra por mi parte hablo.

“¿Podrías hablarme de él?” deje de mirar sus fuertes brazos al momento de oírlo y lo mire con extrañeza. “A él, al de la foto”

Lo mire aun sin lograr entender del todo.

“Lo siento, es que estabas dormida tan placidamente y yo me desperté y mire tu bolsa, tenia que saber tu nombre, no soportaba quedarme con la intriga y entonces, encontré la foto en tu cartera, por favor, dime que no eres casada” yo le dirigí una mirada de vergüenza y sorpresa a la vez.

“Yo…” y tome mis piernas entre mis brazos, sin poder mirarlo a la cara, sintiéndome avergonzada, no me arrepentía de lo que había sucedido, pero tampoco era muy correcto todo lo que había sucedido “No suelo hacer este tipo de cosas, es la primera vez que yo…” sentí su mano en mi hombro y después levantando mi cara, haciéndolo mirar directo a los ojos.

“¿No eres casada verdad?” moví la cabeza frenéticamente de un lado a otro indicando que no, sin emitir palabra alguna y después tome aire.

“Es mi novio, lo conozco probablemente de toda mi vida, solíamos ser los mejores amigos, hasta que un día simplemente se dio y comenzamos una relación”

Cada que hablaba intentaba evitar su mirada, pero el siempre buscaba la mía.

“Todo siempre fue bien hasta cumplir los diecinueve, el comenzó a serme infiel mas veces de las que te puedas imaginar y yo soportaba todo por el cariño que le tenia y por que sentía que romper con él seria como perder la vida, actualmente, él... me ah reclamado la cercanía que tenia con un amigo y peleamos por que lo había golpeado, salí molesta de su apartamento, en el cual habíamos iniciado la pelea y me sentía devastada, pero decidí no quedarme en casa y salir a divertirme aunque sea por una noche... y es cuando te vi...”

Esperaba una reacción diferente de él, esperaba que me reclamara, que me dijera que estaba mal, que me corriera de su apartamento pero no fue así, acerco su cara a la mía y sus labios rozaron los míos al momento en que se los movía con un movimiento rápido hacia mi oído.

“Entonces divirtámonos Kagome” y después me acostó con fuerza y comenzó una vez mas aquella sensación de placer y deseo por él... no supe cuantas veces mas bese su piel, su boca y lo sentí dentro de mi, antes de dormirme entre sus brazos.

Abrí mis ojos al momento en que la luz del sol daba en mi cara y al mirar a un lado lo observe dormido, aun abrazado a mi, bese su frente y me puse de pie, tomando a mi paso cada una de mis prendas que se encontraban en la habitación, tome mi cartera y me dirigí intentando emitir el mas mínimo ruido de la habitación, hasta encontrar todas mis prendas y vestirme, no sin antes tomar su cartera y revisar su licencia de conducir, se llamaba Bankotsu; ese nombre jamás lo olvidaría, me dirigí a su habitación una vez mas con una nota en la mano y bese sus cálidos labios antes de emitir un adiós casi inaudible.

Pensé que no volvería a saber nada más de él... seria solo cosa de una noche y no mas que eso.

-…-

Desperté a la siguiente mañana en mi cama una vez que el despertador sonaba tan insistentemente, las imágenes del recuerdo de aquella noche aun frescas en mi mente y dirigiéndome hacia mi guardarropa intentaba olvidar cualquier cosa relacionada con aquella noche o la clase del día anterior, era demasiado temprano para empezar a pensar en esas cosas.

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Secreto

“Secreto”

Por: Isabel
Disclaimer:
InuYasha y todos sus personajes pertenecen a Rumiko Takahashi
Clasificación:
M
Sumario:
Todos tenemos un secreto, un secreto que por razones propias decidimos no contar nunca. ¿Qué sucede cuando uno de tus secretos regresa a tu vida para cambiarla?


Capitulos:

martes, 17 de junio de 2008

A Ti - Capitulo 11

Capitulo 11
El Amor Existe

Entra, dejé la puerta abierta,
Se apagan las estrellas,
Te vas y pierdo dirección, ohh

Si Sakura pudiese hablar sobre todos los silencios incómodos en su vida podría apostar que este silencio era el mas largo de toda su vida. No sabía realmente cuanto tiempo llevaban mirándose Shaoran y ella con detenimiento pero parecía ser que ninguno tomaba la iniciativa por romperlo… pero finalmente, como todos los silencios este también debía terminar y fue Shaoran quien decidió hacerlo.

“¿Sakura?, ¿qué haces aquí?”

Aun abrumada, Sakura saludo atropelladamente como respuesta a las preguntas de Shaoran.

“Hola Shaoran”

“Hola, ¿tus padres te hablaron para que vinieras a cuidarles la casa?”

“¿Mis papas?, no… vine de improviso. Encontré la casa vacía y Jocelyn me explico del viaje; solo vine por unos días. ¿Ellos te pidieron que les cuidaras la casa?”

“Bueno, no cuidar expresamente de venirme a quedar pero si me pidieron que le diera sus vueltas; no hay muchos casos de robos a casa en New Haven pero nunca esta de mas la precaución”

“Claro, entiendo”

Después de aquel intercambio de palabras el silencio regreso al lugar y Sakura trago saliva con fuerza. ¿Qué debía decirle ahora?. En primer lugar no tenia pensado aun nada que decirle y mucho menos planeado un encuentro con él, así que este repentino encontronazo le hacia sentir sumamente insegura.

Entra, mi alma está desierta,
Me lleva la tristeza,
Yo no puedo estar lejos de ti, ohh

“Bien, creo que entonces me voy para que te quedes tranquila en tu casa. ¿Cuántos días te quedas?”

“¿Te gustaría quedarte a tomar un café conmigo?”

Aquella invitación había salido tan de golpe de sus labios que cuando miro a Shaoran asentir con la cabeza y hacerse paso hacia a ella comenzó a sentir débiles las piernas de su cuerpo y habría caído al suelo de no haber sido por Shaoran que la tomo con fuerza de la cintura.

“¿Estas bien Sakura?”

Separándose delicadamente de él asintió y camino delante de él para dirigirlo hacia la sala. Una vez ahí le indico que tomase asiento y fue con rapidez hacia la puerta de la cocina para recargarse en la misma con frustración.

“¿Qué haz hecho Sakura?, ¿quieres un café?... arrg”

“¿Necesitas ayuda?”

La voz proveniente de la sala, la hizo reaccionar y caminó rápido hacia la estufa para prender todo lo necesario.

“No te preocupes Shaoran, en unos minutos llega el café”

Entra y abrázame con fuerza,
Estoy desorientado,
Trastornado y sin control.

No encontró ninguna respuesta y se dispuso a buscar todo lo que necesitaba mientras calentaba el agua pero no lograba encontrar nada debido a los nervios, encima sentía que las manos le temblaban. ¿Qué le estaba sucediendo?.

“¿Estas calentando agua?”

La voz socarrona que provenía de espaldas a ella era la de Shaoran y sintió su cuerpo tensarse ante el solo saber que ambos estaban en la pequeña cocina muy cerca el uno del otro y respondió estoica.

“Para el café”

“Sakura, tu mama tiene cafetera. ¿Segura que te encuentras en buen estado?”

Al escuchar a Shaoran se sintió avergonzada y se giro para encontrarlo poniendo la cafetera y todo lo demás en su lugar.

“Si, estoy bien Shaoran”

Mientras conectaba la cafetera, Shaoran se dirigió a ella mirándola fijamente.

“No lo parece. No sueles ser así”

No hay nada que no remedie el pedir perdón,
Me equivoqué otra vez.
Y no concibo la vida cuando tú no estás.
Me equivoqué otra vez

Me equivoque otra vez

Ante la afirmación de Shaoran ella sintió que se le erizaba la piel. A pesar de todo, Shaoran la conocía demasiado bien como para darse cuenta de que algo no andaba bien con ella. ¿Seria este el momento indicado para decirle las cosas? ¿por donde debía comenzar? ¿Qué debía decirle?... aun mas, ¿Por qué seguía haciéndose preguntas a si misma e ignoraba todo a su alrededor?. Necesitaba concentrarse.

“¿Hola?. Tierra llamando a Sakura”

Al escuchar la voz de Shaoran tan cerca de su oído se sobresalto y se alejo de él inmediatamente en un dejo de nerviosismo. Estaba a punto de decir algo cuando la alarma de la cafetera comenzó a sonar y antes de que Shaoran pudiese llegar a ella, tomo dos tazas y las lleno del líquido con rapidez. Sin más, miro a Shaoran y le indico que pasaran a la sala.

“Vamos a la sala Shaoran, creo que necesitamos hablar”

“¿Hablar?, ¿de que?”

Sakura no contesto nada y espero a que Shaoran tomase asiento.

“¿Y bien?” Inquirió Shaoran después de unos minutos de silencio entre ambos.

“¿Bien que?”

Entra, mi puerta sigue abierta,
Si yo soy un cometa
Tú la estrella fugaz que perdí, ohh

Entra y abrázame con fuerza.
Estoy desorientado, anulado por amor.

“Sakura, te voy a ser franco. Tu presencia no me es del todo grata… no aun. Y estoy siendo amable por que la verdad creo que te sucede algo extraño y no puedo negar que aun me preocupo por ti así que si realmente tienes algo que decirme, te agradecería mucho que lo hicieras por que no pienso continuar esta clase de juegos de estira y afloja”

Sakura sintió como un balde de agua fría ante las palabras de Shaoran y aun mas nerviosa se puso de pie sin siquiera pensarlo mucho miro fijamente a los ojos a Shaoran antes de decir las palabras que tanto deseaba, necesitaba y debía decir.

“Shaoran, Lo siento”

Después de que Shaoran no dijese nada y prosiguiera a tomar su café, Sakura se sintió avergonzada por que sabía que de una u otra forma se lo merecía. Se merecía ese silencio de Shaoran por que ella había sido aun más cruel con él y entonces sintió que era precisamente el momento preciso para sincerarse y decir las cosas como siempre debía decirlas.

“Si no me dices nada, si te vas y no deseas saber mas de mi. Sea lo que sea que decidas, siempre lo voy a respetar por que se que me pase de la raya con nosotros Shaoran. Tenias razón desde el primer momento que nos volvimos a ver… estaba herida, sobre todo por que acababa de pasar por una crisis con mi ex-novio y bueno se que tu no tenias la culpa de eso pero verte y recordar lo que nos sucedió me volvió demasiado testaruda, mas de lo que suelo ser”

Aun nerviosa tomo una fuerte bocanada de aire antes de continuar.

“Se que te herí en lo mas profundo… y lo siento de verdad Shaoran. Pero también quiero que sepas que en el fondo nunca desee hacértelo, tu no debías pagar por el enojo que sentía aquí dentro conmigo misma por ser tonta y confiar en quien no debía, por pensar que tal vez irías a buscarme por que siempre espere a que lo cierras, por caer en las tretas de los chicos en su afán por ayudarnos y en mil y un cosas de las que tu no tenias ni la mas mínima culpa. Lo siento Shaoran, de verdad lo siento y creo que jamás me cansare de repetirlo. Pero debes saber que si volví a New Haven no fue por relajarme y pasar unos días con la familia…vine por que quería hablar contigo y en realidad creo que agradezco que no estén mis papas por que así pude verte hoy y pude decirte todo esto y… ya no se que estoy diciendo y--”

No hay nada que no remedie el pedir perdón,
Me equivoqué otra vez.
Y no concibo la vida cuando tú no estás.
Me equivoqué otra vez

Me equivoqué otra vez.

Sakura se detuvo al escuchar la voz de Shaoran que ahora estaba también de pie y le miraba de una manera que nunca antes había visto en él.

“Sakura, ¿podrías guardar silencio un momento por favor?”

“Si, claro”

Sakura sonrió nerviosa y bajo la mirada al sentir demasiado pesada la de Shaoran.

“Mírame a los ojos Sakura, necesito que lo hagas”

Aun nerviosa, alzo la mirada y al encontrarse con los ojos de Shaoran lo supo todo. Tal vez ese era el final…

“Aunque un poco tarde, acepto tus disculpas pero lo hecho, hecho esta y así son las cosas… espero que puedas respetar mi decisión”

Sakura sintió que el corazón se le paraba en ese mismo instante y asintió a punto de llorar. Había sido demasiado tonta esta vez… ¿por qué pensaba que Shaoran le perdonaría y volverían juntos?. No eso había sido volar demasiado alto.

“Si, lo respeto Shaoran. Ahora si me disculpas, creo que debería ir a recoger mis cosas. ¿Podrías mañana volver a venir?”

“¿Disculpa?”

“No te preocupes, mañana ya no estaré... es solo que, mis papas te pidieron cuidaras la casa y mañana temprano me iré así que puedes seguir viniendo a checarla mientras vuelven”

No quiero hacer daño,
Más a veces soy yo
Quien trata de escaparse,
Quien trata de jugar.

Sakura entonces sin esperar nada mas dio la espalda a Shaoran y subió rápidamente a su cuarto por sus cosas. Una vez en su habitación se recargo en la puerta y dejo salir las primeras lágrimas que sabía lloraría por un buen rato. En ese mismo instante deseaba desaparecer, desaparecer y no volver jamás… recobrando un poco la cordura respiro hondo y comenzó a tomar sus cosas y entonces decidió que esa vez por el bien de ambos desaparecería de la vida de Shaoran.

“Es lo mejor”

“¿Qué es lo mejor Sakura?, ¿Por qué recoges tus cosas?. Esta vez realmente no logro entenderte”

Al escuchar esas palabras por parte de Shaoran, Sakura dejo de guardar sus cosas un momento y volteo a mirarlo.

“Como te dije Shaoran, respeto tu decisión y creo que lo mejor es que me vaya. Es lo mejor, tu no estas a gusto conmigo y yo no podría sentirme a gusto contigo sabiendo que no estas a gusto conmigo. Me iré y esta vez no regresare, te prometo que no te molestare jamás no tendrás que preocuparte ya por mi y podrás hacer tu vida”

Sakura se sintió fuera de lugar cuando Shaoran dejo salir una sonora carcajada y la abrazo con fuerza de manera súbita.

“Pero si tu no estas en mi vida, mi vida no estará completa”

Aun sin comprender del todo lo que sucedía y sintiéndose abrumada entre los brazos de Shaoran balbuceo lo primero que le vino a la mente.

“Pero… acabas de decir--”

“Si, se lo que dije pero pensé que entenderías lo que quería decir con eso”

Sintiéndose un poco ofendida ante lo que Shaoran decía, se separo de él y lo miro de manera fija.

“Creo que lo entendí perfectamente Shaoran”

“No lo hiciste Sakura, escuchaste la mitad del mensaje”

Sintiéndose finalmente frustrada por toda aquella escena tomo una fuerte bocanada de aire y dejando pasar su ligero enojo prefirió preguntarle de manera más directa a Shaoran que quería decir con sus palabras.

“¿Y cual es el mensaje completo?”

“Aunque un poco tarde, acepto tus disculpas pero lo hecho, hecho esta y así son las cosas… espero que puedas respetar mi decisión. Eso es solo la mitad”

“¿Y cual es la otra mitad?”

Shaoran entonces sonrió de oreja a oreja y contesto sin un atisbo de duda.

No puedo ser más irreal,
No puedo ni caminar sin tropezarme,
Te necesito para aterrizar.

“Bien, la otra mitad es: espero que puedas respetar mi decisión cuando te digo que el pasado ya no me interesa y que quiero que sepas que me gustaría crear un nuevo futuro contigo Sakura. No te vayas… quédate conmigo”

Sakura no dijo nada. Tan solo se acerco a Shaoran y los abrazo con fuerza mientras sentía que las lágrimas se agolpaban en sus ojos. ¿En verdad Shaoran le perdonaba todo?.

“¿Es esto real Shaoran?”

Shaoran la abrazo más fuerte y susurro en su oído.

“Si, es mas que real Sakura”

Sintiendo un calor agradable entre los brazos de Shaoran, se separo un poco para mirarlo a los ojos e inquirió un poco avergonzada.

“Que bueno que es así, por que si tu no estas en mi vida, mi vida tampoco esta completa”

“Finalmente coincidimos en algo después de todo”

“Si, eso creo”

No hay nada que no remedie el pedir perdón,
Me equivoqué otra vez.
Y no concibo la vida cuando tú no estás.
Me equivoqué otra vez.

-…-

“¡¡¡Shaoran Li!!!, ¡ven inmediatamente!”

Shaoran cerro los ojos e intento continuar durmiendo mientras seguida escuchando los gritos de su adorable esposa. ¿Cuántas veces mas le gritaría en lo que iba del día?. No quería saberlo.

“Shaoran, por favor levántate”

Sonriendo por debajo de la almohada, continúo sin moverse. Eso es justo lo que quería.

“Shaoran mi amor… se que estas cansado pero son casi la una de la tarde y Xiah tiene hambre, solo necesito que lo cuides mientras hago algo delicioso para los tres”

Shaoran siguió totalmente inmóvil causando una vez mas la furia de Sakura, quien sabia perfectamente que su esposo ya se encontraba totalmente despierto. Tomando la almohada de manera furtiva ataco a Shaoran sin piedad.

“Deja de hacer el tonto y ayúdame por favor”

Deteniéndola en el siguiente intento por atacarlo Shaoran sonrió pícaro.

“¿Sabes sobre que estas sentada?”

Sakura miro debajo de ella y se dio cuenta de que estaba sobre el mismo Shaoran.

“Si, sobre ti… eso que”

“¿Acaso después de tres años no logras saber que es lo que me provoca sentirte sobre mi?”

Una ráfaga de memorias llenó la mente de Sakura y sintió que comenzaba a colorarse con el solo recuerdo de las mismas. Sin siquiera tener oportunidad de decir nada, Shaoran la acerco a él y la recostó en la cama mientras la miraba fijamente a los ojos.

“Esto es justo lo que me provocas Sakura Li… amarte”

Y sin dar tiempo para una respuesta comenzó a besarla con fuerza. Sakura al principio se resistía debido a que sabia que tenia que ir con Xiah, sin embargo, poco a poco considero dejarse llevar por todo lo que Shaoran le hacia sentir. Y finalmente, se dejo llevar…

Hasta que escucho el llorar del pequeño Xiah que se encontraba solo en la sala.

“Shaoran… Xiah esta llorando”

“Esta bien, esta bien… iré por el y lo cuidare mientras hacer de comer”

“Prometo compensarte”

Sakura guiño un ojo a su esposo mientras lo veía salir con rapidez de la habitación y sonrió triunfante. A final de cuentas ella siempre ganaba y lo sabía. Momentos después, Shaoran jugaba contento junto con el pequeño Xiah mientras ella preparaba la comida y entonces dejo correr los recuerdos de esos últimos años juntos. Aun había momentos en los que se preguntaba que habría sido de ambos si no hubiesen logrado limar todas las asperezas – especialmente ella -. Actualmente, podía decir que su vida sin incluir a Shaoran no habría sido la misma.

“¿En que piensas cariño?”

El repentino calor de Shaoran cerca de ella la hizo regresar a la realidad.

“Nada, solo pensaba en nosotros. Shaoran--”

“Sakura, definitivamente eso jamás habría sucedido. Estoy seguro de que el destino nos habría juntado sin importar lo que hubiésemos intentado por alejarnos el uno del otro”

“¿Cómo sabes que--”

“Después de tantos años, eh aprendido a leer tus gestos. Además, yo también me eh hecho esa pregunta alguna vez y esa es la respuesta que conseguí. ¿Sabes por que?”

“No, no lo se Shaoran”

“Por que parezca o no real. Tu y yo fuimos hecho el uno para el otro”

“¿Y como sabes eso?”

“Pregunta obvia. Por que cuando te veo, el mundo desaparece a mi alrededor y solo puedo mirarte a ti. A ti y a nadie más. ¿Alguna otra duda?”

Sakura se quedo callada unos momentos digiriendo todo lo que Shaoran acababa de decir y se sintió apenada por el solo hecho de haber comenzado a pensar en primer lugar en esas tonterías. Debería saber ya con sobra de que el pasado es pasado y lo único que importa es el presente. Apagando la estufa – que milagrosamente no se había incendiado ya – tomo a Shaoran de los hombros para después besarlo con vehemencia.

¡Maldita sea!

Como amaba a ese hombre.

Y lo amaría por el resto de sus días.

“¿Sigues aquí?”

Sakura sonrió contenta, ya que sabía que esa era la manera de Shaoran de hacerla regresar a la tierra cuando ella tenía sus momentos de introspección.

“Claro que estoy aquí. Y lo estaré siempre. Shaoran Li, te amo”

“Y yo a ti”

Caminaron juntos hacia la sala y mientras tomaba Sakura entre brazos al pequeño Xiah, Shaoran sonrió a sus adentros sabiendo que todo estaría bien si Sakura estaba cerca de el. Para Sakura, estar junto a Shaoran era la revelación total acerca de la palabra que sabia hace tres años había renegado: amor.

No necesitaba buscar un diccionario, ni recurrir a juegos de palabras para describirlo… por que actualmente ya sabia lo que era; formaba parte de ella.

Amor, es todo lo que nos rodea y nos hace sentir calidez en el corazón. Amor, es poder saber que alguien estará junto a ti en los buenos momentos… y también en los malos. Pero por sobre todo sabia que simplemente no podía describirlo.

Por que el amor, solo es cuestión de dejarse sentir.

Y esa era la lección que Sakura había aprendido.

Entra – Aleks Syntek

FIN

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Secretos

"Secretos"
Por: Isabel

Dicen que el amor no tiene edad
Que la amistad es perdurable
Y que el firmamento tiene una
Incontable cantidad de estrellas

Pero, ¿Qué saben ellos?
¿Qué saben de las noches obscuras en soledad?
¿Qué saben de las miradas secretas a la lejanía?
¿De los besos que nunca vendrán?
¿De los brazos vacíos al despertar?

No saben de todas aquellas pequeñas cosas
Que en la vida significan mucho para algunas personas
No saben y no lo sabrán.

Ese es el secreto de todo amante oculto
Un secreto que solo conocen quienes lo han vivido
Quienes esconden un secreto personal.
Un secreto de amor.

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Pensé en Ti

"Pensé En Ti"
Por: Isabel

Esta mañana cerré mis ojos y pensé en ti
Recordé tus facciones, tu franca sonrisa
Y la candidez de tus sentimientos
Añore cada detalle, cada momento

Y al abrir los ojos, por primera vez no sentí tristeza en el corazón
Por que ahora se que a pesar de la distancia y las circunstancias
Estas aquí a mi lado, reconfortándome
Dándome tu amor.

Los recuerdos son claros momentos de nuestra existencia
Que están grabados en mi ser y el calor que tu abrazo me brindaba
Es algo que sigue tatuado en mí.

Pero ahora se también que debo seguir adelante
Donde el camino me lleve, donde mi destino lo marque
Tal vez sea hacia ti, tal vez no sea hacia a ti

Pero pase lo que pase, se que si necesito de ti
Podré cerrar mis ojos… y ahí estarás, junto a mí.

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