domingo, 29 de julio de 2007

Tus Besos - Capitulo 1

Por: Isabel

Capitulo 1


Era el inicio de una mañana otoñal y mientras las hojas caían sobre el asfalto en la ciudad de Tokio, una pareja recibía la tibia mañana dejándose despertar por los tenues rayos de luz que comenzaban a entrar en la habitación que compartían. Y es que si para muchos habitantes de esa gran ciudad era un día como cualquier otro, para ellos no lo era. Para ellos era un día especial.

Mientras Ranma se levantaba y comenzaba a vestirse dispuesto a preparar un delicioso desayuno para ambos, Akane comenzaba a tener los estragos de aquella noche en la cual finalmente se había entregado a Ranma. Su única reacción al verlo salir de la habitación fue dar un largo suspiro mientras lo veía salir sigilosamente de la habitación sin decir una sola palabra y su mente regresaba al punto de inicio.

-...-

Aquella noche cuando llego al departamento que ella y Ranma compartían, no se extraño de no tenerlo esperándola en la sala; era tan común que vivieran vidas separadas y a la vez tan unidas que la verdad lo de menos era esperarse mutuamente.

Mientras caminaba hacia la nevera para buscar algo que cenar después de su exhausto día de trabajo, oyó ruidos cerca del pasillo y su inigualable instinto se hizo presente. Haciendo gala de la mayor discreción posible se acerco hasta la habitación que pertenecía a Ranma, solamente para sentirse más que molesta.

Una de las cosas que habían acordado no hacer mientras vivieran bajo el mismo techo era llevar compañías ajenas a su hogar, pero Ranma se aprovechaba se sus momentos a solas en el apartamento para llevar chicas.

Sumamente molesta, Akane dio un paso atrás y regreso a sus cosas, no estaba de humor para argumentar con él... no en esos momentos. Así que haciendo caso omiso a todas y cada una de las risas provenientes de aquella habitación ceno y dando un portazo al entrar en su cuarto – solo para recordarle a Ranma que vivía ahí – comenzó a cambiarse dispuesta a descansar.

Cuando comenzaba a sentir que el sueño estaba apoderándose de ella oyó como tocaron a su puerta e hizo caso omiso a las llamadas, estaba durmiendo. Pero después de unos instantes el repique continúo y no pudo seguir fingiendo no oír nada, aun menos después de oír a Ranma detrás de esta.

“Vamos Akane, se que estas despierta. Hace menos de quince minutos entraste y ambos sabemos que si hay algo que te cuesta es dormir. Ábreme”

“¿Por qué tendría que hacerlo?” Contesto ella sin mover un solo músculo.

“Por favor”

La insistencia de él y el tono en su voz le indicaron que si no lo dejaba pasar lo siguiente seria lo mismo de cualquier manera, él entraría en su habitación y lo inevitable sucedería... pelearían a como lo hacían desde que ella tenia memoria.

Nabiki solía decirle que el hecho de que ellos pelearan todo el tiempo solo era producto de la frustración de sus cuerpos y sus almas implorando ser escuchadas, según ella, lo único que pedían era dejar de estar siendo echadas a un lado. Querían dejarse llevar... y eso significaba ir por todo.

Para ella, solo eran tonterías. La realidad estaba en que tanto Ranma como ella no podían vivir juntos y eso era un factor que comprobaba cada que peleaban, lo cual era una constante en sus vidas.

Volviendo a la realidad, parpadeo unos instantes antes de contestar.

“Entra, pero si lo haces sabes que entras bajo tu propio riesgo”

No encontró respuesta alguna. Lo siguiente que supo fue que Ranma se sentaba en la cama, literalmente en sus pies y ella instintivamente se volteaba para darle la espalda.

“¿Por qué estas tan molesta?”

¿Molesta?, ¿por qué tendría que estarlo?, ¿por qué había llevado a una chica a su casa o por que parecía ser que él actuaba como si nada?

“Contéstame, te hice una pregunta”

El tono de voz de él era tan inusual que incluso a ella la sorprendía, generalmente este tipo de platicas entre ellos se daban cuando alguno estaba molesto con el otro y la única manera de enfrentarlos era gritándose, la paciencia de ambos era poca y siempre el primero en estallar era él.

“Akane, por favor”

Sabía que era muy pesado de su parte no contestarle, sobre todo con su insistencia. Pero sabia que una vez que empezara no podría parar y en lo ultimo que deseaba usar las fuerzas que le quedaban por ese día era argumentando con él.

“No es nada, solo quiero dormir un poco. Tuve un día agitado”

“Tu y yo sabemos que no es por eso. Si estas molesta por que Tara estaba aquí te juro que no era mi intención traerla, tenia tantos problemas que lo menos que podía hacer era invitarla a conversar”

“No tienes por que explicarme nada. Estamos casados pero ambos sabemos que esto no es un matrimonio definitivamente”

Aquello era verdad, el estar casados realmente no hacia la diferencia entre ellos. Desde el momento en que tocaron su nuevo hogar cada uno se fue por caminos separados y nunca se opusieron al hecho de no dormir juntos inclusive lo agradecían – al menos eso pensaba ella - ya que realmente ellos no se casaron por voluntad propia, solo lo hicieron por sus padres.

“Ves, eso te tiene molesta”

“¡Ya te dije que no! ¡Déjame en paz!, vete a tu cuarto... piensa en esa y no se has lo que quieras, total que a mi me da igual ¿ok?” Grito agitada desde aquel mismo punto en que se encontraba hacia varios minutos, intentando escapar de aquella situación.

Después de no escuchar respuesta alguna de él se sentó y espero en silencio el momento en que él saliera del cuarto. Pero nunca lo vio venir.

“¿Acaso no me escuchaste Saotome?”

“Vamos, déjate de tonterías y si tienes algo que decirme dímelo. ¿Lo que capto es un poco de celos?, ¿estas celosa?”

La forma tan arrogante de pronunciar aquello solo era parte del Ranma que siempre conoció y eso la irritaba considerablemente.

“¿Y por que tendría que ponerme celosa de esa?”

“Por que tu y yo sabemos que lo que mas deseas es que te deje entrar en esa habitación y te haga mia. Eso es y no me vengas con tonterías por que sabes estoy harto... hace unos minutos Tara me contaba lo triste que estaba por que hace unas semanas su marido la trata de manera muy diferente a la que siempre la ha tratado, esta frustrada por que su marido la esta haciendo a un lado de su vida. La verdad no debería quejarse, yo eh sufrido de lo mismo desde que llegue a este lugar y no me eh quejado una sola vez”

“Por favor nadie te ha hecho a un lado, tu solo te haces a un lado siempre” Contesto ella ufana mientras finalmente lo miraba a la cara y podía distinguir en los ojos de él una gran tristeza a pesar de la poca luz que entraba en la habitación.

“Tu sabes que no es así Akane, ¿por qué solo no nos dejamos de tonterías y finalmente permitimos las cosas ir por si solas?”

“¿Me estas pidiendo que durmamos en la misma habitación, convivamos mas y tengamos una vida de pareja?”

La ironía era más que presente en la voz de ella, pero por dentro estaba considerablemente nerviosa. Era cierto, en todos estos años Ranma nunca había hecho o dicho nada por contradecir todos los actos de ella y mucho menos tocado ese tema. No hasta ese día.

“No pido mas”

Era tan simple oído de la boca de él, pero definitivamente llevarlo a cabo seria una tarea difícil. Y ella tenía miedo de correr el riesgo.

“¿Sabias que al hacerlo ponemos en peligro todo lo que nuestros padres querían para nosotros?”

“¿Qué? ¿esto?, vamos sin lugar a dudas hasta ahora no hemos cumplido su sueño de vernos como una verdadera pareja. Aunque intentemos ocultarlo ellos saben que realmente solo somos esposos de nombre”

“¿Entonces por que intentarlo si de todas maneras lo saben?”

“Por que--”

El pequeño silencio de él le hizo sentir a ella que la batalla estaba ganada pero lo que después dijo era totalmente no Ranma.

“Por que te amo, ¡demonios!. ¿Acaso es tan difícil de entender?”

Ella no dijo nada y antes de poder responder sintió los labios de él cubriendo los suyos y un escalofrió recorrió todo su cuerpo.

La única vez que había tenido el placer de besarlo había sido el día de su boda y nunca mas, pero este beso era diferente... era un beso diferente al que alguien le hubiese dado jamás y no pudo oponer resistencia cuando lo sintió poniendo mas empeño en el.

Después de unos minutos que parecieron segundos él se separo solo lo suficiente para susurrar mientras la veía directo a los ojos.

“¿Me darías la oportunidad de entrar en tu vida por fin?”

Con esas palabras algo dentro de ella murió, tanto que sin duda alguna supo que si en ese momento lo rechazaba probablemente lo perdería. Jamás lo había admitido pero siempre había querido a Ranma a pesar de las circunstancias.

“Umju”

Fue todo lo que pudo dar por respuesta mientras bajaba la mirada y se hacia a un lado para que él se acostara con ella.

Sin decir nada él se acomodo a un lado de ella y se le quedo viendo unos instantes antes de cerrar los ojos intentando dormir. Tal vez lo mejor seria dejar las cosas tal y como estaban; un paso en falso y seguramente lo que le costo tanto tiempo lograr se vendría abajo.

“Ranma”

La voz de ella fue lo único que lo hizo desistir ante sus ganas de no arruinar el momento.

“Dime”

“Nada, olvídalo” Dijo ella cerrando los ojos e intentando dormir.

-...-

“¿Pensando en mi?” Pregunto divertido Ranma al entrar en la habitación y encontrarla figuradamente volando entre nubes.

“¿Cómo supiste?” Dijo ella coqueta mientras tomaba un trozo de pan de la bandeja que Ranma había dejado hacia solo unos instantes sobre la cama.

“Mmm no se, ¿tal vez por que soy el único en tu vida?”

“Arrogante”

El golpe que ella le propino seguidamente en el brazo no era un indicio mas que el cariño que ella sentía por él y la forma en que lo miraba le decía mas que mil palabras. Él era el único y no había nada más que él pudiese pedir.

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