sábado, 13 de diciembre de 2008

Desperately - Capitulo 11

Capitulo 11
Por favor, despierta

Me sentía mal y yo misma sabia que por ese momento no había forma de hacerme sentir mejor, que ese dolor que tenia en el pecho no se iría tan fácil. ¿Por qué me había besado y yo había huido como una tonta?.

“Eres una tonta Luna, te besa y huyes”

Frustrada y recostada sobre mi cama veía el techo sin ninguna convicción mientras daba vueltas una y otra vez sobre aquellos mismos temas y después de mucho indagar en mis pensamientos me dormí.

“No sucedió nada Luna, todo esta bien. Hoy iras a trabajar y todo será como es acostumbrado”

Me miré al espejo y decidí darse un pequeño toque con unos hechizos para quítame las ojeras y salí de mi departamento rumbo al Ministerio de Magia.

Pero una vez llegando a este se topo de frente con Terry, el cual sonreía tontamente.

“Luna, querida Luna. ¿Cómo estas hoy?”

Fruncí el seño extrañada, generalmente Terry no me dirigía la palabra. No desde lo que había sucedido entre nosotros y me extrañaba de sobremanera verlo tan campante esa mañana frente a mi escritorio y sonriendo bobamente.

“Me encuentro bien Terry, ¿sucede algo de lo cual deba enterarme?”

“Tal vez deberías ir a hablar con Harry ya que es algo importante”

Sin siquiera dejarle decir algo mas me dirigí hacia la oficina de Harry y una vez que él me permitió pasar lo miré con curiosidad.

“¿Sucede algo Harry?, Terry esta actuando extraño y me ha dicho que venga a verte”

No sabía por que pero mi voz sonó angustiada, sobre todo al mirar el semblante de Harry ya que este tenía unas grandes ojeras y sus ojos se mostraban tristes.

“Si, en realidad si Luna. Alguien ataco anoche a Ron y él… bueno… no es el mismo de antes”

Al escuchar aquellas palabras sentí que mi corazón se detuvo súbitamente y me senté en el primer lugar disponible.

“¿A que te refieres con que no es el mismo de antes Harry?. ¿Qué le hicieron?”

Angustiada, observe a Harry moverse en su asiento y respirar profundo antes de contestar a mi pregunta.

“Él… bueno… simplemente no despierta Luna. Esta en San Mungo, no se si querrías ir a verlo”

“¡Por supuesto que si!”

No tenia por que ni siquiera hacerme esa pregunta, Ron estaba enfermo ¡tenia que ir a verlo!. Salí corriendo de su despacho y al entrar al mió vi que Terry aun seguía ahí, pero no le tome importancia y comencé a tomar todas mis cosas del escritorio para irme lo más pronto posible a San Mungo.

“Así que ya te dijo, pobre Ron ¿no crees?”

La burla en la voz de Terry me descontrolo, ¿Qué le sucedía?. Así que molesta y tomando mi varita lo apunte con firmeza antes de abandonar el lugar.

“Cállate si no quieres que te haga un hechizo que lamentaras Boot”

Y después con un ‘plop’, me aparecí en San Mungo.

-…-

Estaba sentado en un hermoso jardín disfrutando de la brisa del día. ¿Pero por que nada de eso parecía real?, ¿Por qué sentía como si nada de eso perteneciese a mi vida y a mi mundo?. Algo estaba mal. Cuando comenzaba a pensar que todo formaba parte de un bizarro sueño, uno de aquellos que en ocasiones los magos solemos tener. Escuche a Luna llamarme impaciente…

“¡Ron!, ¡Ron!”

Súbitamente me puse de pie y comencé a buscarla por entre los árboles, pero no estaba… por ninguna parte podía encontrarla.

¿Qué era todo esto? ¿Por qué aunque gritaba no escuchaba ningún sonido salir de mi boca? ¿Por qué aunque intentaba ir a otra parte redundaba en el mismo jardín? ¿En que momento me convertí prisionero de un sueño?. Tenia que despertar. Tenia que despertar y sin importarme más ir con Luna y decirle lo que sentía. Pero por mas que lo intentaba no podía despertar… seguía ahí una por mas que lo intentaba… sin gente, sin mi varita. Sin ayuda.

Y entonces lo comprendí.

Esto no era un sueño.

Aquella no era la voz de Luna llamándome.

Todo era parte de una fantasía. De un hechizo.

Yo. Ronald Weasley estaba confinado a un sueño interminable hasta que alguien me rescatase del mismo. Y entonces realmente me sentí irremediablemente solo y desesperado.

-…-

Llevaba ya tres días cuidando a Ronald, aun no despertaba y desde esos mismos días atrás los medimagos me seguían dando la misma respuesta:

“Ya le dije que si no tenemos la varita que causo esto al paciente no podremos saber a ciencia cierta que es lo que tiene”

“¿Pero es que acaso no se llaman medimagos?, ustedes supuestamente deben tener alguna clase de hechizo que les diga que hechizo usaron con el paciente. ¿No es así?”

“Srita. Lovegood, nuestra profesión no funciona precisamente así. Pero seguiremos intentando descifrar que le hicieron al Sr. Weasley. De eso no tenga dudas”

Y sin siquiera dar pauta a alguna replica de mi parte el medimago me dejo una vez mas sola a lado de Ron. Lo mire unos minutos sin decir una palabra y cerré mis ojos con fuerza intentando contener las lagrimas. ¿Qué estaba sucediendo y por que le habían hecho eso a Ron?.

Entonces lo comprendí.

Mi lugar no estaba ahí junto a esa cama en ese momento. Mi lugar en ese momento pertenecía a permitir que los medimagos hiciesen su trabajo para que entonces yo pudiese hacer el mío.

Trabajaba en el Ministerio de Magia y era una Reconocida Aurora. ¿Por qué no había pensado en eso?. Seguramente estaba abierto el caso respecto al asunto de Ron. Y yo iba a estar a cargo del mismo. Me acerque con rapidez hasta la cama y tome la mano de Ron con fuerzas mientras susurraba a su oído.

“Ron, no estas solo. Encontrare al responsable y saldrás de esto. Lo prometo”

Sentí su mano apretar por un segundo la mía y me repetí que eran tan solo ideas mías. Ron no podía moverse ni emitir un solo sonido, era como si fuese un muerto en vida. Pero muy en el fondo desee que me hubiese oído y supiese que no lo dejaría solo.

Luna Lovegood a partir de ese momento estaba confinada a descubrir al culpable por todo esto. Y mi determinación era mucha. Después de echarle una mirada más a Ron y besar su mejilla con cariño desaparecí del edificio con un rápido ‘plop’.

-…-

“Luna, deja esto por un momento y descansa”

La voz de Harry en el umbral me saco por un momento de los papeles que hacia días leía detenidamente mientras trabajaba en el caso de Ron.

“No Harry, necesito encontrar alguna pista. Ron aparentemente no contaba con ninguna clase de enemigo así que esto es extremadamente sospechoso. ¿Quién querría hacerle daño?”

“Luna, ve a descansar y mañana continuas con eso”

Mire con determinación pura a Harry.

“No me moveré de aquí hasta encontrar una pista Harry”

Observe con los ojos como plato a Harry para que entendiese la importancia de este asunto para mi y entonces lo mire asentir con la cabeza no muy feliz por mi determinación pero respetando mi decisión.

“Bien, si eso es lo que quieres no te detendré pero por favor toma en consideración que avanzaras menos rápido si de un momento a otro colapsas por falta de descanso”

Sonreí triunfante mientras escuchaba el tan conocido ‘plop’ que indicaba que Harry finalmente se había ido y entonces continué maquilando en mi mente lo que podría haber sucedido. Repasando evento, lugares, gente… todo lo que tenia expandido a lo largo de mi escritorio desde hacia días parecía indicar que todo estaba bien. Que nadie foráneo a su vida o cercano deseaba hacerle daño por venganza. Y de pronto una idea descabellada vino a mi mente… pero la deseche rápidamente. ¡Eso no podría estar sucediendo!. Cansada de tanto pensar recosté mi cabeza un segundo en el escritorio y después todo se volvió negro.

“Luna, despierta”

Creí escuchar que alguien me llamaba desde la lejanía pero le ignore olímpicamente…

“Luna, te digo que despiertes. Esto es importante”

Una vez mas escuche la voz que me llamaba pro esta vez venia acompañaba de un movimiento brusco sobre mi hombro.

“¡LUNA!”

Aquel terrible grito me hizo volver a la realidad y mire a ambos lados de la habitación intentando recobrar la cordura… ¿me había quedado dormida?. Vaya detective que resulte ser.

“¿Herm?, ¿qué haces aquí?”

Hermione me miro desde el otro lado del escritorio con ojos preocupados y furiosos al mismo tiempo.

“¿Qué demonios pasa contigo?. No puedes seguir así”

La voz acusadora de Hermione me irrito mas de lo que me irritaba el saber que me había dormido.

“Ohh aquí viene de nuevo. Ya se lo eh dicho a Harry y te lo diré a ti también… no me iré de aquí hasta saber quien fue”

Bufando Hermione se acerco a mi escritorio y se recargo en el mismo mientras me miraba detenidamente.

“Reflexiona por un momento y dime si estas apta para continuar con esta tarea”

No tenia siquiera por que cerrar los ojos por que sabia que en esos momentos no era apta. Me sentía cansada y sin esperanzas. ¿Pero si yo no hacia algo quien lo haría?.

“Bien, ahora es momento de que vengas conmigo, comas, descanses y después seguiremos con esto”

“¿Seguiremos?”

Hermione sonrió y mientras tomaba de mi mano para ayudarme a poner de pie contesto.

“Todos nosotros. La familia ha decido que como tu no se quedaran con los brazos cruzados y han empezado a ver que hechizo podría ser y quien podría saberlo, quien podría querer hacerle daño a Ronald. Seguramente tendrá muchos enemigos dado su temperamento”

“Pero yo eh--”

“Todos sabemos que has revisado todo, pero una segunda checada y mas ojos y mentes retorcidas como las de Fred y George son de mucha ayuda. ¿Vendrás a descansar?. Si no lo haces, de todas formas no podrás hacer nada por que estoy segura de que la Sra. Molly vendrá por ti y te llevara a rastras de ser posible a la Madriguera. Esto es el momento de: ¿vienes por las buenas o por las malas?”

Ni siquiera tuve tiempo de decir algo por que de pronto me abrace a Herm con los ojos llorosos y sentí el particular olor que despedía en la Madriguera. Estaba en mi segunda casa.

< Regresar ----------- Siguiente >