Por: Isabel
Capitulo 1
El sol ilumino su cara a través del cristal del cuarto, era otro día como cualquier otro. Al menos eso pensó hasta sentir el calor que el cuerpo que compartía la cama con ella le proporcionaba. Tal vez a partir de ahora todo seria diferente.
“Buenos días belleza” Pronuncio él mientras se acomodaba de la manera mas cómoda y panorámica posible, lo único que deseaba era adorarla por el resto de sus días.
“Hola” fue todo lo que recibió por respuesta. Inmediatamente después ella se puso de pie y camino directo al baño.
Después de todo necesitaba ordenar un poco su mente. Se acomodo en el retrete mientras pensaba en el como había terminado de esa manera.
Cuando lo conoció lo menos que pensó era en terminar como su amante y ahora tras haber sucedido aquello, lo único que llegaba a su mente era el remordimiento de no haber sido totalmente clara... de ninguna manera le había mentido, pero él no estaba totalmente enterado de su condición.
Su vida parecía ser sencilla ante los ojos de cualquier otra persona. Ella una mujer con estudios terminados, decente, guapa, conservada, alocada y como broche de oro (solía decir su gran amigo Pierre) escritora por profesión.
Pero las cosas dentro de su vida no eran tan sencillas, después de haber acumulado una gran cantidad de éxitos en su carrera como escritora, parecía ser que ya no le llamaba la atención como antes; eso a ella realmente no le importo hasta el momento de conocer a Mark Feehily.
Político por profesión, guapo y sobre todo (pensó mientras suspiraba) buen amante. Eso había quedado más que claro la noche anterior, y nadie la sacaría de aquella conclusión, lo que Mark no sabia es que ella estaba casada, bueno... separada.
“Isabela, ¿te encuentras bien?”
Él tocaba la puerta discretamente mientras ella se levantaba y abría el grifo de la llave para aparentar, visiblemente nerviosa.
“Si, estoy bien Mark. En un momento salgo”
Después de aquella confesión por su parte no lo oyó mas, se lavo la cara tranquilamente y después se miro al espejo determinada a dejar muy en claro cual seria la situación de ese momento en adelante. No quería perderlo, pero tampoco deseaba mantenerlo engañado.
Cuando salio del baño él la esperaba sentado al borde de la cama con el periódico en mano, recién vestido. Parecía particularmente concentrado en algún artículo.
Mientras tanto, ella se encargo de buscar todas sus prendas por la habitación, al medio día tenia una cita con su editora y necesitaba llegar a tiempo.
“¿Qué harás esta noche?”
Preguntó de pronto mirándola fijamente, ella titubeo por un segundo y después respondió.
“Tengo una cita con... un amigo”
“¿No puedes cancelarla?, tengo ganas de llevarte a cenar”
Ella se sintió alagada ante ese gesto, pero entonces recordó la fría mirada de su esposo... no le perdonaría el dejarlo plantado y entonces tampoco firmaría los papeles del divorcio en el futuro no tan lejano. Tanto que había luchado por ese momento, como para arruinarlo ahora.
“Lo siento Mark, no puedo es algo importante” Dijo poniéndose sus zapatos y acercándose a él con rapidez.
“¿Qué podría ser mas importante que yo?”
Ella suspiro nerviosa, ¿seria correcto decirle la verdad?.
“¿Hay algo que quieras decirme?”
Pregunto consternado, ella tomo una bocanada de aire antes de contestar.
“En realidad si Mark, es algo que no te había dicho y creo que es necesario que lo sepas yo estoy...”
Pero el timbre interrumpió su declaración, él la miro a modo de que continuara mientras el timbre dejaba de sonar.
“Mark yo estoy...”
El timbre sonó por segunda vez interrumpiéndola.
“Espera aquí, iré a ver quien es”
En cuando abrió la puerta supo que lo que estaba por venir no era nada bueno, Pierre totalmente alcoholizado de pies a cabeza con la mirada mas triste que le hubiese regalado en los últimos meses, la segunda mirada más triste después de enterarse que su esposo era estéril y su sueño de ser madre no se cumpliría con él.
“¿Qué sucedió?”
“Me dejo, el muy bastando me dejo. Ese es el problema con las parejas, si no encuentran la felicidad al primer momento que encuentran se buscan a alguien mas y deciden dejarte. Ahora entiendo por que te sucedió lo que te sucedió con Jonathan, ¡todos son unos malditos bastardos!”
El odio en su voz era evidente y ella se sintió de pronto mal por su amigo, tenia ya cinco años declarado oficialmente homosexual, un gran espécimen desperdiciado ante aquello, pero en estos tiempos es tan común que realmente no tiene importancia mencionarlo.
Lo tomo de la mano y lo sentó en el sillón mientras limpiaba la primera lagrima que veía derramar a su amigo por un hombre, su primera pareja y le pagaba de esa manera.
“Pierre, se que no vale la pena que lo mencione por que ya lo sabes de sobremanera. Tu mismo me lo dijiste: No vale la pena derramar una sola lagrima por quien no lo hará por ti”
“Pero Izzy, es tan difícil. ¿Sabes lo que es entregar tu confianza y que la rompan de esa manera?. Lo encontré anoche en nuestra cama con otro tipo, ¡estaba disfrutando con otro tipo!”
Su mirada se nublo al momento de oír eso, claro que lo sabia. Por eso se encontraba en la situación en la que estaba.
“No olvides que también me paso a mi Pie, pero ahora debes salir adelante. Hombres como tu pareja y mi Jonathan la verdad no valen la pena”
“¿Quién es tu Jonathan?”
La voz que aparecía por detrás no era ninguna otra que la de Mark Feehily. Ella enmudeció de pronto y antes de poder decir algo mas Pierre mirando al chico de ojos azules respondió.
“Su esposo... están separados”
Ella no dijo nada y se volteo a ver a Mark directo a los ojos, ella respiro hondo esperando oír un discurso acerca de ser sinceros, pero no lo encontró. Tan solo oyó como la puerta de su apartamento se cerraba con fuerza.
“Algo temperamental el muchacho, ¿no crees?”
“Creo que lo mejor es que tomes un baño con agua fría y descanses”
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