Por: Isabel
Capitulo 3
Un mes y medio y veinte hojas escritas después mientras salía de la notaria número cincuenta y dos de aquella gran ciudad, Isabela Bosch era oficialmente... libre.
“¿Qué se siente?”
Al oír a Pierre lo único que pudo hacer como reacción fue gritar emocionada, ¿qué se sentía ser libre?. ¡Por supuesto que lo mejor del mundo!
“Ahora supongo que nos iremos directo a una buena fiesta, dime que si”
Agrego Pierre mirándola suplicante, pero ella no tenia planeado nada de eso. Tenía planeada una hora escribiendo en su novela y el resto del día descansando, hacia unas semanas que se sentía bastante agotada.
“No creo Pierre, estoy algo cansada”
“Esta bien. Yo celebrare por los dos, pero antes te acompañare a tu apartamento”
“Esta bien”
En cuanto entraron al departamento Pierre se fue directo a buscar un poco de agua y después la siguió hasta su habitación, lugar donde últimamente la podías encontrar las veinticuatro horas al día, técnicamente.
“Ya esta” Dijo ella tomando su laptop y acomodando en la cama “Puedes irte a festejar”
“Mmm, no se. ¿Por que no vamos a comer primero?, son la una de la tarde”
“Pierre, acabo de recostarme” Aclaró apuntando a la computadora.
“Un poco de comida no te hará mal”
“Esta bien, pero yo elijo que comeremos”
Él la miro no muy convencido, pero con tal de verla lejos de aquella cama asintió.
“Pizza, hace días cargo un antojo de pizza que no logro sacarme de la cabeza, ¿qué dices?”
“Bueno, pero tu sabes que solo la como por respeto a Italia, la pizza engorda”
Ella rió ante su comentario y poniéndose de pie camino junto a él hasta la sala, mientras hablaba por teléfono a la pizzería.
Mas tarde se encontraban los dos disfrutando de una deliciosa pizza de pepperoni y platicando de diferentes temas. Hasta que Pierre no se aguanto y toco el tema de Mark.
“¿Qué hiciste al final con ese bombón político?”
Ella se puso seria y después de deglutir una última mordida de pizza respondió.
“Lo eh dejado por las buenas, creo que no volverá. Pero lo extraño Pierre, era simplemente... mmm... no se como explicarlo”
Él no pudo más que sonreír al verla de esa manera, siquiera cuando fue novia de su actual ex marido hablo así.
Se preguntaba que habría hecho ese Mark para engatusarla de esa manera y se dijo una vez más que a veces los hombres eran tan estúpidos por dejar a las mujeres de esa manera, a momentos tenia complejo de mujer abandonada y no podía más que reír ante su propia condición.
“Pero bueno, ¡voy al baño!”
Reacciono al oírla decir eso y espero.... y espero verla regresar. Pero al ver que no regresaba se alarmo.
Lo siguiente que vio no fue la cosa más agradable para él, su querida amiga estaba totalmente pálida y desmayada en el piso del baño.
Gracias a Dios no estaba lastimada, pero necesitaba un hospital rápido, su primera reacción fue llamar al hospital y en menos de diez minutos la llevaban directo al hospital más cercano, con él como guardián y la desesperación a flor de piel.
-...-
Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue una luz que la deslumbraba, puso su mano frente a sus ojos intentando no mirarla y entonces oyó a Pierre gritar a todo pulmón.
“¡Ha despertado Doctora!”
“¿Pierre?” Fue todo lo que pudo decir cuando al fin logro abrir los ojos y ver que se encontraba en un hospital “¿Qué estoy haciendo aquí?”
“Se ha desmayado, creo que es una reacción totalmente natural en su estado”
Con la ayuda de Pierre había logrado sentarse y él la miro profundamente a través de sus cristalinos ojos verdes.
“¿Mi estado?”
Preguntó preocupada y mirando alternadamente a Pierre y la Doctora ahora presente en su cuarto de hospital.
“Si Srita Bosch. Usted va a ser mamá”
“¿Qué?, no doctora usted esta equivocada yo no eh tenido relaciones sexuales de ningún tipo en... dos meses aproximadamente” Dijo al caer en cuenta que cuadraba perfectamente con el tiempo que llevaba sintiéndose enferma.
Pero la doctora le gano al aclarar su visible sospecha.
“Así es, tiene dos meses de embarazo. ¡Felicidades!”
“No puede ser”
La última posibilidad de que alguna vez se embarazara la había perdido cuando descubrieron Jonathan y ella que él era estéril y ahora por no cuidarse adecuadamente en su única noche a lado de Mark se encontraba en aquella condición.
Iba a tener un hijo de Mark.
Y lo último que escucho antes de sentirse desfallecer fue la voz de Pierre llamándola preocupado.
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