lunes, 30 de julio de 2007

Quisiera Ser - Capitulo 10

Por: Isabel

Capitulo 10

Aquellos últimos días no habían sido ni remotamente los mejores días en lo que iba del semestre. Mia y yo habíamos iniciado con aquel plan para que Sora se decidiera y aunque al principio no estaba muy seguro de aceptar una vez mas la ayuda de Mia después del pasado fracaso acepte por que en el fondo esperaba que fuera lo que ella me indicaba, pero lo que sucedió en los días posteriores a aquel inicio del plan no eran lo que esperábamos.

Sobre todo, lo que no esperábamos era que Sora y Leon reanudaran algún tipo de relación y cuando los divise entrar juntos de nueva cuenta y charlando aquel martes por la mañana, decidí que era el momento de charlar un momento a solas con Sora para saber que estaba sucediendo.

Una vez que me acerque pude oír claramente la voz de Sora animada y la mire sonriéndole de oreja a oreja sin notar aun mí presencia.

“Gracias Leon, eres muy amable”

Él por otra parte se paro en seco al notar mi presencia y sonrió de manera mezquina sin que Sora lo notase.

“Ken, ¿y tu novia?”

“Mis cosas personales no son de tu incumbencia Leon. Sora, ¿puedo hablar un segundo contigo?”

Ella asintió tranquila y después de despedirse tranquila de Leon me siguió rumbo a la primera aula de clases que encontré y la cual aun se encontraba vacía debido a que aun faltaba para el inicio de las clases.

“¿Sucede algo Ken?” Su tono de voz era serio y preocupado.

“Si, sucede que desde ayer te noto muy pegadita a Leon y quiero saber exactamente que sucede”

No era mi intención que mi voz y la manera de decir las cosas sonasen tan golpeadas pero estaba molesto… en realidad celoso.

Celoso del hecho de pensar de que a pesar de todos mis esfuerzos y de todo lo que le había entregado a Sora; Leon aun pudiese ser capaz de tenerla en sus manos y hacer con ella lo que desease.

“¿Disculpa?... Ken, necesito que rebobines un poco el cassette. ¿Tu quieres explicaciones?, ¿me estas pidiendo explicaciones?, ¿Por qué debería de dártelas?, ¿Qué derecho crees tener sobre mi para pedirme explicaciones?. ¡Tu eres el menos indicado para exigir eso y lo sabes!”

Nunca antes había escuchado tan molesta y decidida a Sora, sentí un escalofrió recorrer mi espina, pero no flaquearía a pesar de eso. No permitiría una vez más que Leon se saliera con la suya.

“¡No estamos hablando de mi Sora!, quiero que me digas que sucede con Leon por que no entiendo por que después de todo lo que te hizo de pronto le hablas como si nada. ¡Como si lo mereciera!, ¡él no se merece siquiera que le dirijas la palabra!, ¿Cómo te rebajas a su nivel?”

“Yo hago lo que me de en gana con mi vida, ¡y si hablo con Leon no es de tu incumbencia!. Mucho menos que me digas que él no se lo merece, por que a diferencia de ti en estos momentos cruciales de mi vida él se lo merece, se lo ha ganado. Mientras tu has estado muy ocupado babeando y besando el suelo que Mia pisa yo no eh estado bien, eh estado sola y ¡Harta!, ¡harta de tener que pretender que todo esta bien!. ¿Y sabes quien se ha preocupado por mi?”

Negué con la cabeza y desee con todas mis fuerzas que no dijese el nombre de Leon.

“Pues aunque te duela Ken, ha sido Leon. Leon se ha preocupado por mí y me ha escuchado y por sobre todo me ha apoyado cuando mas lo necesitaba. Cuando necesitaba una mano amiga, un respaldo. Y ese no eres tu en este momento”

Sentí que las lágrimas se agolpaban en mis ojos al oírla decir esas palabras y me sentí tan estúpido, por que por estar pensando en mí y en tratar de descubrir lo que realmente ella sentía por mí la había abandonado y había dejado nuestra amistad por detrás.

Justo cuando pensaba agregar algo mas la chicharra sonó y la vi tomar sus cosas con el propósito de salir del aula. Pero mi voz la detuvo.

“Sora, ¿no iras con él al baile verdad?”

Después de oír todo lo que me había confesado una duda se había atravesado en mi mente y tenia que sacarla antes de comenzar a pensar cosas que no eran.

“Si y no esperes que cambie de opinión. Tu decidiste olvidarte de mi en el momento de poner ante todo a Mia y yo… yo eh decido no quedarme parada eternamente esperando a que recordaras que aquí estoy. Leon ha sido muy lindo y me ha invitado. Lo menos que podía hacer era aceptar. Nos vemos en clase”

Y sin decir mas salio del aula con rapidez… sentí que el alma se me venia a los pies y cuando note que comenzaban a entrar los alumnos de esa aula me retire en silencio.

No pude quedarme en la escuela después de aquella confesión y lo primero que pensé fue en ir al lugar que tanto me gustaba y tenia tiempo no visitaba. Necesitaba meditar.

-…-

Aquella pequeña discusión que había tenido con Ken aquella mañana me había dejado un poco desconcertada y sobre todo preocupada cuando note que no había regresado a clases en el resto del día, se que había sido muy dura con él pero en ese momento así me sentía y Leon me había recomendado decir las cosas a como en ese momento se sienten por que después quien en todo caso termina lastimada soy yo y creo que tiene razón.

Estaba llegando a casa cuando divise la delgada figura de Mia esperándome fuera de la puerta de mi casa. En cuando me diviso camino directo hacia mí y exclamo contenta.

“¡Sora!”

Al alcanzarme sonrió una vez más y dijo en un tono conciliador.

“Necesito que me hagas un favor”

Asentí con la cabeza sin saber que decir y ella prosiguió.

“Bien es que como sabrás el viernes es el baile y la verdad aun no tengo un vestido y quiero verme bien y bueno además no se… tiene tiempo que no hablamos y me gustaría que me dijeras con quien vas y si no tienes vestido ¡yo misma me encargare de que te veas hermosa con el que hoy te elijamos!”

“Gracias Mia pero ya tengo vestido, este fin de semana lo eh comprado pero si quieres te acompaño”

Abrió los ojos asombrada y pregunto con suma discreción.

“¿Puedo verlo?, después podremos dirigirnos directo al mall a comprar el mío”

No estaba segura del que responder, últimamente nuestra relación no era la misma de antes y sumando a todo esto las punzadas que a veces sentía al verla junto a Ken no estaba segura de poder ser amable con ella durante mucho tiempo.

“Sora, se que estas molesta conmigo pero… lo siento, creo que necesitamos hablar tu y yo e ir de compras nos ayudara de sobremanera”

Aun sin convencerme del todo acepte y le anuncie que primero avisaría a mi mamá que saldría. Poco después nos dirigimos en silencio rumbo a la parada que nos llevaría hacia el centro.

Mientras esperaba a Mia fuera de los vestidores me preguntaba que hacia ahí con ella. Era claro que no me sentía muy bien acompañándola después de todo lo que últimamente había estado sucediendo y no sabía como abordar el tema, mientras la mire salir del vestidor con un lindo vestido suspire.

“¿Qué te parece este Sora?, creo que es el que mejor se me ve”

Mia no dejaba de dar vueltas mientras se miraba en el espejo que tenia enfrente.

“Si, tal vez deberías llevar ese. El amarillo es demasiado llamativo”

Mia arqueo una ceja un poco ofendida, su color favorito era el amarillo y desde el principio había luchado por encontrar el vestido amarillo perfecto sin resultados satisfactorios.

“Y el lila no va con tu tono de piel, este azul turquesa se te ve muy lindo además me encantan esas incrustaciones fucsia… luce bien, creo que Ken quedara encantado contigo”

Mia rió juguetona mientras me miraba de reojo, sentí mis mejillas arder mientras aquellas punzadas aparecían una vez mas.

“¿Te encuentras bien?”

Asentí no muy convencida y de pronto sentí la delgada figura de Mia sentarse a mi lado. Tomó una bocanada de aire y antes de permitirme decir siquiera una silaba agrego.

“Sora, tu sabes que me puedes tener confianza. Eres mi mejor amiga y aunque admito que en la ultima temporada te eh descuidado bastante pues recuerda que aquí estoy. No creo que te encuentres bien, dime ¿Qué sucede?”

¿Cómo decirle que me sentía extraña ante su situación con Ken?, ¿Cómo explicarle que me sentía totalmente rechazada y aislada desde que decidieron ser novios?, ¿Cómo reclamarle sin sonar como una chiquilla el hecho de que no me tuviesen desde un principio ellos la confianza de plantearme las cosas?.

Me puse de pie y mire el suelo sin saber como expresar lo que sentía, no lograba conciliar como era posible que con Ken todo hubiese salido tan rápido y precipitado y con Mia me costase trabajo admitir que estaba molesta y un poco celosa de la situación.

“Sora, ¿acaso tu actitud tiene que ver con Ken y conmigo?”

Mia era una de las personas mas pacificas que hubiese conocía en mi vida y después de un pequeño suspiro por mi parte decidí que seria mejor dejarme de tonterías y hablar las cosas… la extrañaba tanto después de todo.

“Mia, la verdad desde hace tiempo no estoy bien y tu y Ken no me han ayudado mucho. Ustedes saben mejor que nadie todo lo que eh pasado en estos últimos tiempos y justo cuando estoy en un punto crucial de mi vida deciden dejarme a un lado y olvidarse de mi y no tenerme la confianza que los dos esperen les de. ¿Cómo piensan que se las daré si ustedes no la tuvieron conmigo?; Mia tu eres mi mejor amiga pero no lo has demostrado últimamente y me siento mal… gracias a Leon estos últimos días me eh estado sintiendo bastante bien”

Aquello último lo dije por que era cierto, desde que Leon había reaparecido en mi camino y me brindaba su amistad y compañía me sentía mejor.

“Lo siento tanto Sora, se que por estar en nuestros asuntos no ha sido lo mismo de antes pero en realidad no lo había notado hasta hace unos días cuando ni siquiera te despediste de nosotros y te fuiste con Anna, nos ignoraste totalmente y me sentí culpable. Realmente siento haber sido tan ciega y no haberme puesto a pensar en que tu nos necesitas muchísimo, pero dime… ¿Qué hay entre Leon y tu?”

Me sentí aliviada al oírla decir que lo sentía y algo en mi me dijo que después de todo siempre las cosas se solucionaban hablándose. Su pregunta en cuanto a Leon me desconcertó un poco, pero no podía mentirle.

“No hay nada Mia, solo somos amigos. Leon se ha portado muy lindo conmigo y me ha brindado su amistad, realmente se lo agradezco por eso mismo eh aceptado acompañarlo al baile de graduación”

Pude notar un dejo de preocupación en su rostro, pero no me dejo pronunciar palabra alguna.

“Sora, tu sabes que yo no apruebo del todo a Leon, pero si tu quieres confiar en él te apoyo… solo ve con cuidado”

Me sentía satisfecha con su respuesta, era todo lo que necesitaba oír… tal vez no sonaba contenta con que Leon y yo nos frecuentáramos de nueva cuenta, pero no se había mostrado intransigente como Ken. La gente cambia, entonces… ¿Por qué Leon no habría de hacerlo?.

“Si Mia no te preocupes”

“No es eso Sora, es solo que no logro confiar en él del todo y no quiero que te haga daño de nueva cuenta… lo siento si suena mal pero no entiendo como puedes perdonarlo después de lo que te hizo”

Las palabras de Mia murieron en su boca. Supongo que mi expresión no denotaba mucha empatia después de todo. ¿Acaso también pensaba decirme lo mismo que Ken después de todo?

“¡¿Tu también Mia?!... mira, no quiero entrar en detalles ni mucho menos escuchar tonterías de tu parte a como las escuche de parte de Ken esta mañana, pero sobre todo no me importa si lo aprueban o no. Confío en él y creo que ha cambiado; con eso me basta para perdonarle todo”

Después de mis palabras no se dijo mas y Mia y yo continuamos mirando vestidos hasta encontrar el adecuado.

-…-

La noche estaba fría pero realmente no importaba. Estaba ansiosa mientras esperaba en mi habitación la llegada de Leon.

Durante el resto de la semana no había vuelto a hablar con Ken y a pesar del asombro que mostró Mia ante mi confesión de asistir con Leon, lo había tomado bien a pesar de no agradarle y Leon… Leon había sido un dulce toda la semana, por eso en ese momento no podía creer que hubiese aceptado la invitación de mis papas de cenar con nosotros antes de llevarme al baile.

Cuando el timbre sonó corrí rápidamente hacia las escaleras y disimulando cordura las baje para encontrarme con un flamante Leon, llevaba un smoking negro que hacia resaltar sus ojos y había encontrado el tono perfecto de rojo que combinaba con mi vestido, nerviosa reí y él se acerco sin dejar de sonreír. Tomo mi mano y la beso una vez que me tuvo frente a él.

“Luces hermosa Sora”

Sus ojos brillaron como en nuestra primera cita y sentí mis mejillas arder, fue la voz de mi padre la que me saco de aquella pequeña ensoñación en la cual entraba.

“Joven Oswald, me da mucho gusto que haya aceptado cenar con nosotros. Se que sonara absurdo pero queremos conocer mejor al chico que ha estado saliendo con nuestra Sora y ahora la lleva al baile”

Abrí los ojos impresionada y recordé que no les había contado a mis papas que había cortado con él, solamente les había dicho que había estado un poco distante… pero no pareció molestar a Leon ese comentario por que tomándome de la mano y acercándome a él con decisión acoto.

“Para mi será un placer cenar con ustedes Sr. Naegino. Siento haber ausente durante estos meses pero había tenido algunos problemas personales en casa y creo que descuide mucho a Sora, lo siento”

Mamá llegó justo a tiempo para mirarnos a mi y a Leon abrazados y sin siquiera avisar tomo una fotografía y sonrió satisfecha.

“Que hermosa toma, Leon querido… que bueno que te dejas ver de nueva cuenta por aquí. Por un momento creí que te habías olvidado de mi Sora, pero por ahora olvidemos el tema. ¿Qué les parece si pasamos a cenar?”

Nadie dijo nada más y nos dirigimos a cenar. La cena fue amena y mis papas quedaron mas encantados con Leon, había estado magnifico y sentía que aquella velada seria espectacular.

El momento de retirarnos llego y antes de salir por la puerta se detuvo y saco algo del bolsillo de su smoking. Era un ramillete rojo con pequeñas incrustaciones en dorado.

“Espero que te guste, lo compre pensando en ti”

Extendí mi mano emocionada y una vez que sentí la liga adaptarse a mi muñeca lo acerque para mirarlo mas de cerca, ¡era hermoso!.

“¡Gracia Leon!, no tenia que molestarte en comprar uno”

“Ni lo menciones, es un detalle que considere necesario para un baile. Eres mi pareja esta noche y no quiero que por nada del mundo esta noche se arruine, ¿lista para irnos?”

Contenta lo tome de la mano y salimos por la puerta mientras mis papas se asomaban por la ventana curiosos y se despedían de nosotros. Su auto nos esperaba fuera y me abrió la puerta caballerosamente antes de acceder a ella.

Cuando llegamos a las puertas del gimnasio de la escuela – ahora adaptado para la fiesta – me sentía nerviosa y por sobre todo no estaba segura de poder enfrentar las miradas de mucha gente sobre nosotros.

“No te preocupes Sora, todos quedaran encantados contigo. Luces hermosa”

Sin mas accesamos en el lugar al momento que las miradas se clavaban en nosotros y respire profundamente con el fin de clamar mis nervios, especialmente al momento de notar la mirada azul de Ken atravesarnos desde el otro lado del lugar.

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