Por: Isabel
Capitulo 2
Una vez estacionado correctamente ella espero a ver si su cliente se decidiría a dar el paso inicial y justo cuando estaba por decirle que seria conveniente que le pagase antes de cualquier servicio el que quisiese, él saco su cartera y en poco después sobre sus manos se encontraba un billete de a 200, no había dudas de que deseaba un servicio completo, sin pensarlo mas lo guardo y prosiguió a comenzar su trabajo, se acerco lentamente a su cliente y acerco su cara lo mas posible a la de él, sus labios rozando levemente en un juego de caricias, pero sin besarlo, no estaba dentro de sus reglas besar, era algo demasiado intimo.
Él intento besarla pero al notar su intención ella bajo con rapidez hacia su cuello donde comenzó a lamer y chupar cada espacio que le era proporcionado, mientras sus manos trabajaban con rapidez en su camisa y pantalón. Una vez llegado a su pecho sintió como él comenzaba a recorrer con sus manos sus piernas, acercándose cada vez mas a su centro y tomo sus manos separándolas de ella.
“Tranquilo tigre, tenemos mucho tiempo por delante, podrás hacer lo que quieras mas tarde, primero lo primero”
No quería perder la concentración en su trabajo inicial con aquel cliente y ella era del tipo de mujeres que al sentir el contacto de un hombre en su entrada se perdía presa del placer. No quería que las cosas se apresuraran.
Comenzó a bajar lentamente de su pecho hasta la bragueta abierta de su pantalón y una vez que su rostro se encontraba delante de este abrió totalmente su pantalón dejando al descubierto su pene erecto dentro de su boxer, lo saco con rapidez y lo tomo entre sus manos, ya estaba duro y listo para ser probado.
Antes de proseguir busco su mirada pero no fue difícil ya que él la miraba expectante a cada movimiento, lentamente y sin romper el contacto visual fue viajando sobre su pene, sin apenas tocarlo con su boca, solo haciéndole saber que estaba ahí y que pronto llegaría a mas, sintió como él se movió un tanto desesperado hacia arriba, esperando obtener mas que solo caricias y justo cuando comenzaba a mostrar mas desesperación en su rostro por algo mas, dejo de verlo y dirigió su vista a su erecto pene.
Era del tamaño perfecto y estaba tan duro que estaba segura que si no se apuraba pronto eyacularía, cosa que ella no deseaba. Así que sin pensarlo mas lo introdujo lentamente en su boca, sintiendo su rugosa piel dentro de esta y aquel sabor especial que tenia, poco a poco fue jugando con el, llegando hasta la base y ayudando a sus manos a completar aquella sensación de lleno que le daría a él al sentirse de esa manera, a momentos podía sentir como él intentaba introducir con mas fuerza su pene en la boca de ella, pero logro mantenerlo al margen al momento en que comenzó a lamer y succionar con mas rapidez y control sobre él al grado de poder oírlo jadeante arriba.
“No... te detengas” decía él entre susurros entrecortados mientras ella no se detenía.
Aquella sensación de lleno en su boca que él le proporcionaba era como sentirlo en su centro, tan insistente, tan fuerte, grueso... poco después al sentir que la respiración de él comenzaba a normalizarse y él sentirla lamerlo y succionarlo con fuerza no era suficiente retrocedió lentamente su boca hasta el grado de alejarse de su miembro, él ante esta acción emitió un quejido… quejido que no duraría mucho ya que inmediatamente después ella se encontraba jugándolo con sus manos.
Estas subían lentamente, masajeándolo de arriba abajo, produciendo un sin fin de sensaciones en el que subían hasta su garganta y dejarlo sin respiración, la manera en que lo tocaba lo hacia llegar a lo máximo y cuando las caricias no eran suficientes comenzó a recorrer el cuerpo de su miembro con la lengua mordiendo lentamente su glande, lo sintió tensarse y los jadeos de él eran cada vez mas intensos, puso un poco de presión en la base de este y al hacerlo sintió como se endurecía con mas fuerza... estaba por eyacular y ella no quería ensuciar el auto. Algo que siempre había agradado de hacer era no ensuciar su área de trabajo, así que tendría que tragarlo.
Al momento que él prolifero un ultimo grito de placer ella introdujo el pene en su boca y recibió todo aquello que expulso, era tan espeso y caliente que no resistió a batir un poco su pene con esta antes de tragarlo para poder chuparlo después de este. Al terminar con su trabajo se estaba acomodando en su lugar correctamente cuando él la tomo de un brazo.
“Pague un servicio completo, aun no terminas”
Ella sonrió satisfecha, no cabía dudas de que su cliente estaba satisfecho y deseaba probar mas.
“Me saliste vivito tigre... ¿quieres cobrarte lo demás?”
El silencio de él era la respuesta.
“¿Por qué no vienes y lo buscas?”
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