viernes, 27 de julio de 2007

A Ti - Capitulo 1

Por: Isabel

Capitulo 1
El amor no existe

¿Qué era el amor?. El amor, según su diccionario le había dicho hacia muchos años era el sentimiento que hace desear el bien y la compañía de otro. Algo que nos hace sentir mejores y diferentes y otras tantas cosas que no podía recordar en aquel momento.

Para ella, Sakura Kinomoto el amor no era nada más que una palabra de cuatro letras, dos vocales, dos consonantes y dos idiotas, si es que estos estaban dispuestos a vivirlo. O tal vez también de un idiota enamorado y un aprovechado sin corazón.

Ella estaba más que segura de que para muchos la idea de amor que ella tenía era totalmente errónea, una idea que solo tenían las personas desoladas y sin amor o personas que vivían una vida de solterones o solteronas, pero la verdad era que para ella en ese momento lo que pensaran de ella era lo de menos.

Era una mujer preparada y realizada de manera profesional y a sus veintisiete años lucia mejor de lo que había lucido a lo largo de toda su vida. Pero la razón que le había llevado a pensar de nueva cuenta en la palabra amor después de tantos años tenia un nombre...

“Kobayashi Katsuragi” Murmuro dolida y arrojando una fotografía de los dos hacia su bote de basura.

Y definitivamente a partir de ese momento la definición que tenia del amor seguía siendo la misma desde que tenía aproximadamente diecisiete años y si pensó que él, la cambiaria supo que se había equivocado en el momento en el cual lo había encontrado en su oficina con su secretaria aquella misma tarde. Sintió una lagrima recorrer su mejilla y la limpio inmediatamente.

“Imbecil” Murmuro tirando varios sobres llenos de cartas.

Pero aun extrañamente a todo, lo que mas le dolía no era el hecho de que él la hubiese engañado y defraudado en cuanto al amor, sino lo que le había dicho frente a aquella chica de cabellos rojos.

“Tu nunca significaste nada para mi Sakura Kinomoto, que te quede claro que si yo eh estado contigo todos estos años es por que me das lastima… si, lastima. Lastima por que cuando te conocí sabia que no eras más que una repugnante gorda que llegaría lejos y que si me pegaba a ti lograría llegar lejos junto a ti. Y lo logre. Ahora sal de mi vista y mi vida, que bien trabajo me ha costado”

En ese momento y después de mucho tiempo Sakura se había sentido mas que vulnerable, se había sentido patética y estúpida por haber pensado que alguien le querría por quien era, no por lo que era, fue o debía ser… y sobre todo odio los recuerdos que aquella clase de sentimientos traían a su ser.

Así que mientras tomaba todas las cosas de su ahora ex novio Kobayashi con la intención de alejarlas de su vida y quemarlas eventualmente decidió que para ella el amor no existiría.

“Nunca mas Sakura, nunca mas”

Y esa era una decisión que tomaría para el resto de su vida, le pesase a quien le pesase.



“Hija, ¿Cómo estas?. Hace tres meses que no te reportas y todos estamos muy preocupados por ti”

Habían pasado ya tres meses desde que hubiese encontrado a Kobayashi y había decidido enfrentar sola aquella situación, siquiera había llamado a Tomoyo a su pueblo natal para contarle lo sucedido, mucho menos a su familia. Y ahí estaba ahí en el teléfono hablando con su mama.

Nadeshiko Kinomoto era una mujer de aproximadamente cuarenta y siete años, cabellos castaño claro y algunas canas. Y con un carácter sumamente protector y dulce con sus hijos. Era por eso mismo que Sakura sabía que si le contaba a su madre lo sucedido no demoraría un solo segundo en ir a verla hasta Nueva York con la intención de curar su roto corazón… una vez más.

“Estoy bien mamá, disculpa que no me haya reportado es que había estado muy ocupada con el negocio”

“Hija, trabajas demasiado. Se que aquella compañía que has creado te da de comer y se también que es un rotundo éxito pero si no te tomas el debido tiempo para ti terminaras muriendo, ¡la ultima vez que tu padre y yo fuimos a visitarte estabas esquelética!”

“Mamá estoy en mi peso ideal, voy todos los meses al doctor a como lo eh hecho regularmente a lo largo de mi vida y mi peso es mas que ideal, el peso que nunca tuve cuando joven”

“Deja de pensar en el peso, eso no le importa a nadie” Pero el silencio que siguió a aquellas palabras de su madre le indicaron que no iba por buen camino “¿Y como esta Kobayashi?, ¿Qué dice su firma de abogados?”

“No dice nada mamá, Kobayashi y yo no salimos hace mas de tres meses”

“¿Segura que te encuentras bien?, recuerdo perfectamente que eres mas vulnerable de lo que pareces hija y si te aislaste es por que algo malo te hizo, si es así en este momento tomo el primer avión hacia allá”

Sakura no sabia si llorar o reír de la gracia y la ternura que en ese momento su madre le hacia sentir, pero se decidió por la segunda opción.

“Mamá ya te dije que estoy bien. Si no me había reportado era por el trabajo, Kobayashi y yo terminamos en buenos términos así que no te preocupes si eso es lo que te angustia, recuerda también que tienes que cuidarte por la presión así que no te angusties por mi que yo estoy en perfectas condiciones”

“Mi presión es lo de menos, espera tu hermano acaba de llegar y quiere hablar contigo”

Sakura oyó como el teléfono era pasado y una voz varonil y fuerte se oyó del otro lado del auricular.

“Sakura Kinomoto, o debería decir… ¡monstruo!”

“Touya, deberías dejar de llamarme así, ya no soy una niña”

“No importa, sigues siendo el mismo monstruo de siempre. ¿Qué demonios te sucede?, ¿Dónde has estado todo este tiempo?. Siquiera las llamadas devolviste a menos que tu contestadora no sirva y tu secretaria tampoco”

“Mi contestadora y secretaria funcionan de manera excelente hermano, el problema soy yo y la falta de tiempo. Y te pido disculpas”

“Ay monstruo, ¿cuando entenderás que trabajar del modo en que lo haces terminara matándote?. Deberías venir a New Haven a descansar un poco y visitar a todos. Todos siempre nos preguntan por ti, incluso---”

“No menciones su nombre, sabes que me irrita y no volveré a New Haven a menos que sea una emergencia y lo sabes. Hace casi diez años decidí que no volvería y no lo eh hecho desde entonces”

“Pero este es tu hogar Sakura, no puedes olvidarte de él para siempre. Mucho menos por estupideces de la preparatoria”

“Sea o no mi hogar aquí estoy bien y además tengo cosas muy importantes que hacer aquí. Aquí esta ahora mi vida y todo lo que me importa, así que no me hagas enojar”

“Esta bien monstruo, no te agobiare mas pero ya que dices que vendrás para alguna emergencia solamente entonces tendrás que asistir a mi boda. Es una emergencia”

“No es una emergencia Touya, es un evento importante pero no se si podré ir, tengo algunos asuntos importantes por acá”

Sakura sintió que su corazón se encogía al pensar que seguramente su hermano haría hasta lo imposible por hacerla asistir, le habría gustado ir a la boda pero no quería regresar. No lo haría, no la convencería.

“No te eh dicho la fecha monstruo, la boda es en dos meses y será aquí en el pueblo. Nakuru y yo ya tenemos casi todo listo, solo falta enviar las invitaciones y por supuesto que vengas a probarte el vestido de dama de compañía”

“¿Dos meses?, ¿Nakuru?”

“Si, has estado tan poco al pendiente que apuesto y a que ni recuerdas que la ultima vez que hablamos te conté de Nakuru, tu la conoces”

“Por supuesto que la conozco, estudio conmigo y no se hermano. ¿Segura que quiere que sea yo su dama?, además aun no confirmo mi asistencia”

“Vendrás por que te lo pido yo Sakura y si no lo haces jamás te perdonare”

No podía decirle que no, debía dejar atrás tus recuerdos e ir a la boda de su hermano. Después de todo. ¿Qué podría pasar?. Solo era una boda. Una boda en el infierno, pero al fin y al cabo la de su hermano.

“Esta bien hermano, iré. Lo prometo”

“Entonces ve preparando tus cosas por que te espero aquí en dos semanas”

“¿Qué?, ¿dos semanas?... ¡¿estas loco?!”

“No Sakura, no estoy loco. Estoy siendo realista, le prometí a Nakuru que tú serias su dama y también quien le ayudaría con los toques finales de la boda y precisamente si vienes en dos semanas dará el tiempo necesario para que ustedes hagan todo así que por favor, arregla lo que tengas que arreglar y regresa a casa. Te queremos”

No pudo siquiera responder por que la línea ya estaba muerta del otro lado del teléfono y colgó sin ganas de hacerlo.

Dos semanas, su hermano esperaba que ella tomara un avión desde Nueva York hasta New Haven, Connecticut para pasar dos extenuantes meses en el pueblo al cual no había vuelto desde que tenía dieciocho años.

“Esta es una pesadilla” Murmuro al momento de pellizcarse el brazo derecho con fuerza; pero al experimentar un ardor punzante en su brazo decidió desistir.

Aquello era tan real como lo eran las cosas que le rodeaba y los recuerdos que se atestaban en su mente. Regresaría a New Haven y por primera vez en muchos años.

Deseó haber convencido a su familia de alejarse de ese lugar lo mas pronto posible mientras podía. Tal vez en ese momento no estaría viviendo aquella escena en su vida.

< Inicio --------- Siguiente >

No hay comentarios: