jueves, 24 de julio de 2008

Tarde - Capitulo 9

Por: Isabel
Capitulo 9
Miedo al Nuevo Sentir

Kikyo abrió los ojos y reconoció el lugar en el que se encontraba: una habitación de hotel a las afueras de la ciudad. ¿Cuándo había comenzado todo esto?. Realmente no lo sabia pero lo que si sabia era que el cuerpo a su lado no era el de su esposo, era el de la persona que desde hacia mucho se encontraba junto a ella en esos momentos de soledad y necesidad. Se encontraba la persona que la escuchaba y hacia reír cuando la tristeza empañaba sus ojos… junto a ella se encontraba su chofer, la persona con la cual jamás podría estar.

“¿Te encuentras bien Kikyo?”

“Si Naraku, estoy bien”

“¿Esta segura?, te noto un poco preocupada”

“Es solo que ya es tarde. Deberíamos volver a casa antes de que InuYasha llegue”

“¿Es estrictamente necesario que regresemos a ese lugar?... sabes que te amo Kikyo, solo déjalo. Te prometo que te haré feliz”

“No puedo dejarlo Naraku, ya te lo eh dicho”

“¿Por qué no puedes?. Es un infeliz. Jamás esta contigo, te menosprecia, te hace llorar… sabes que no eres feliz con él. ¿Por qué te empeñas en continuar con él?, tu sabes que él mismo te ha pedido el divorcio”

“Sabes que no me gusta hablar respecto a ese tema. Tengo mis propios motivos para no dejar a InuYasha aun si no me hace feliz. Lo siento Naraku”

Y sin decir mas Kikyo se puso de pie y tomo todas sus ropas para arreglarse con rapidez.

-...-

InuYasha observo a su amigo con detenimiento y se percato de que algo extraño estaba sucediendo con él. ¿Podría ser posible que su plan estuviese dando resultados?. No, no podía ser así; lo conocía demasiado bien, su amigo jamás engañaría a Kagome… ¿o tal vez si?.

“¿Sucede algo?”

InuYasha salio de sus pensamientos un momento y sonrió amablemente a Kouga.

“Nada es solo que te noto un tanto inquieto, ¿sucede algo con Kagome?”

“No… si, es decir… no se”

“¿Cómo que no sabes?, ¿ha pasado algo?”

“Veras… yo… nada olvídalo. Estoy bien”

“Esta bien Kouga pero recuerda que si necesitas alguien que te escuche. Aquí estoy”

“Si, gracias InuYasha. Hablando de otra cosa, ¿cómo siguen las cosas con Kikyo? ¿ya ha accedido al divorcio? ”

“No lo hará tan fácilmente Kouga. Eh insistido mucho y no se que tiene esa mujer que no quiere deshacerse de mi. No te voy a mentir al decirte que solo le tengo mucho cariño y que no la amo. Fue un verdadero error casarme con ella sin realmente amarla y estar seguro de lo que sentía por ella por eso te aconsejo que antes de casarte con Kagome ambos estén realmente seguros de lo que sienten el uno por el otro si no la relación estará destinada al fracaso”

“Gracias, pero creo que ese no será nuestro caso”

Pero por dentro Kouga sintió una leve punzada de remordimiento al decir esas palabras. Por que lo cierto era que comenzaba a dudar de todo lo que sentía por Kagome y todo era gracias a su asistente personal. Aun podía recordar ese último encuentro entre ambos que le hizo seguir dudando de si mismo.

“Sr. Tsukade, ¿me ha llamado?”

Aquel día en particular Kouga estaba muy inquieto y deseaba indagar un poco respecto a Ayame para saber si lo que le estaba sucediendo era meramente cosa temporal y causada por la falta de sexo que había estado teniendo en las ultimas semanas con Kagome.

“Ayame, llámame por mi nombre hay algo que me gustaría preguntarte y no será de jefe a subordinado sino como dos personas normales”

“Pero Sr. Tsukade, no es correcto que--”

“Solo llámame Kouga en esta ocasión”

“Si, K-Kouga, ¿qué es lo que deseabas preguntarme?”

“Veras Ayame, llevas muchos años a mi servicio y realmente nunca me eh preocupado por ti en otro sentido que no fuese la realización de todo lo que te pedía. Pero en esta ocasión me gustaría saber que es lo que haces cuando tienes tiempo libre”

“¿Tiempo libre?, sabes que yo vivo para mi trabajo… es raro que tenga ratos libres pero cuando los tengo suelo frecuentar las plazas comerciales cercanas a mi domicilio y me gusta mucho ir a las librerías en busca de algún libro interesante que pueda leer e ir al cine”

Después de escuchar ese relato de Ayame, Kouga se percato de que realmente esta chica no tenia a alguien especial en su vida. ¿Por qué?. Si bien tenía razón InuYasha era realmente hermosa.

“¿No hay nadie importante en tu vida Ayame?”

“¿Importante?, ¿importante como que?”

“Tu sabes… un novio o quizás un esposo”

La mención de esa sentencia causo que Ayame repentinamente se sonrojara y despegara la mirada de Kouga y entonces él se aventuro a hacer una pregunta mas antes de liberar a su asistente.

“¿Vives sola Ayame?”

“Si Kouga, vivo sola por que existe alguien muy importante en mi vida pero simplemente no puede haber algo entre nosotros por que esa persona no me ve como quisiera que me vea y se que no puedo hacer nada para cambiarlo”

Y después de un breve silencio Ayame agrego.

“Bueno… creo que me eh extendido mucho, ¿verdad?”

“No te preocupes Ayame, ya te puedes ir”

“Si Kouga… quiero decir. Sr. Tsukade”

A partir de ese momento. Kouga supo que jamás volvería a verla de la misma manera. Ayame era una mujer. Una mujer de carne y hueso.

-…-

“Ya le has dicho a Kouga?”

“¿Le eh dicho que Sango?”

Kagome y Sango estaban tomando su almuerzo en el lugar de siempre mientras charlaban sobre cosas sin importancia. Hasta que tomaron el tema de InuYasha.

“Decirle que te has acostado con InuYasha y que no lo amas entonces no te puedes casar con él”

“No haré eso Sango, estas mal. Si me acosté con InuYasha pero eso no significa que no quiera a Kouga”

“¿Estas segura?, dime: ¿como te sientes últimamente cuando estas a su alrededor?”

“¿Para que quieres saber eso?”

“¿Te dan repentinas ganas de comértelo a besos?”

“Sango detén esta tontería”

“No, ¿verdad?. Apuesto a que tienen mas de una semana sin sexo”

“¡El sexo no lo es todo en una relación de pareja!”

“Justo en el clavo. Kag, soy tu mejor amiga y te lo digo en serio… detén esta farsa antes de que sea demasiado tarde y apúrate a comer que es hora de volver al trabajo”

Y en ese mismo instante mientras Kagome observaba a Sango tomar sus cosas y salir precipitadamente del restaurante lo supo. Su amiga tenia razón y debía de hacer algo… ¿pero que?. Mientras terminaba de degustar su platillo, su teléfono celular sonó y contesto la llamada.

“Bueno, ¿con quien hablo?”

“Kagome, soy yo. InuYasha”

“¿InuYasha?, ¿cómo has conseguido mi numero?”

“Tengo mis contactos. Kagome, necesito verte con urgencia, ¿qué harás esta noche?”

Kagome se puso de pie y comenzó a hacerse camino hacia su edificio mientras hablaba con InuYasha.

“Cómo que: ¿qué haré esta noche?. Ir a casa por supuesto”

“¿Habrá algún problema si le dices a Kouga que tienes una importante reunión de trabajo y que llegaras mas tarde de lo normal?”

“No puedo hacer eso, Kouga seguramente se enfadara. Lo siento InuYasha”

“Por favor Kagome, realmente necesito hablar contigo”

Después de pensarlo un segundo mas, recapacito. Ella también necesitaba hablar con él, tal vez de esa manera podría resolver lo que estaba sucediendo con ella y se mordió el labio nerviosa antes de contestar.

“Esta bien, ¿dónde te veo?”

“¿Tienes auto?”

“No, siempre me traslado en taxi”

“Bien, entonces te veo en tu trabajo. Yo paso por ti”

Y poco después, escucho el tono de llamada perdida… ¿qué sucedería a partir de ahora?. No lo sabía pero tenía el presentimiento de que nada bueno saldría de todo esto.

-…-

“Naraku, quiero que hagas algo por mi”

Naraku observo detenidamente a Kikyo y se pregunto que era aquello que necesitaba ella de manera tan repentina.

“Dime que sucedió”

“No sucedió nada, solo necesito que hagas algo”

La actitud de ella lo consternaba un tanto pero sabia que cuando ella se encontraba molesta o de mal humor era mejor no continuar fastidiándola. Seguramente le diría después que sucedía.

“Esta bien, ¿qué necesitas que haga?”

“Necesito que sigas muy de cerca los pasos de InuYasha esta noche”

“¿Por qué?, ¿sospechas algo?”

Una llama de esperanza se prendió en el corazón de Naraku al sospechar que tal vez InuYasha engañaba a Kikyo y entonces ella finalmente se separaría de él.

“Creo que tiene una amante y lo voy a descubrir Naraku. Entonces… me las pagara”

Al escuchar eso, no pensó si quiera y tomo sus cosas apresurado por salir a cumplir lo que Kikyo quería.

“Esta bien, lo haré”

“Gracias, no sabes cuanto te lo agradezco”

Y entones Naraku sonrió complacido de esas palabras por parte de ella. La haría feliz, forjaría todo lo posible por verla feliz aun si eso significaba plantar pruebas falsas en su esposo con tal de que estos se separaran y finalmente el pudiese darle a ella la vida que tanto deseaba darle. Lo que no sabia era que las sospechas de Kikyo estaban infundadas en base a lo que recibía de su esposo y sentía un profundo enojo al pensar que su esposo realmente tuviera un amorío ya que pesar de que siempre fue frió y desinteresado con ella esta ocasión sentía que realmente había alguien mas ocupando los pensamientos de su marido y ella se encargaría de descubrirlo. Y cuando supiera quien era esa entrometida la destrozaría sin piedad.

Por que nadie le arrebataba a Kikyo Sassa aquello por lo que había luchado tanto.

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